La segunda jornada del Ciclo Almirante Storni 2016, desarrollada el pasado viernes en la Escuela Nacional de Pesca, tuvo entre sus capítulos a la pesca. Particularmente se abordó la problemática del descarte y el presente que atraviesa la actividad..
El secretario general de la Asociación Argentina de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca, Jorge Frías, fue el encargado de exponer. El dirigente mostró una vez más el proyecto para ir hacia un aprovechamiento total de los recursos que se capturan.
“Se descarta por año lo mismo que marca el índice de pobreza en la Argentina (32 por ciento). Esto es inadmisible”, manifestó después de presentar el tráiler del documental que sobre el tema estrenará en diciembre.
El sindicalista considera que la fórmula para traer a puerto todo lo que ingresa a las redes involucra una serie de factores; entre ellos, trabajar con artes selectivas, conservar las zonas de veda, y pescar con criterio para evitar el impacto sobre juveniles.
“Estoy convencido de que podemos evitar los descartes. Esto, además, redundaría en viajes más cortos y más trabajo para todo el circuito productivo de tierra; aunque es necesaria la participación del Estado”, sostuvo.
Frías entiende que el valor comercial que se perdería al desembarcar las especies menos codiciadas y de menor tamaño debe ser compensado mediante subsidios al combustible y menos impuestos, tanto a empresas como a trabajadores.
En otro orden, se refirió a la crisis que afecta a la industria pesquera local con diatribas hacia las autoridades y los armadores. De todas formas, señaló que según su entender, las empresas integradas de Mar del Plata nunca pierden plata.
Además, apuntó que el declive se agudizó desde 2011 con la implementación de las cuotas de captura. “El sistema iba a dar previsibilidad y la primera empresa que quebró fue Alpesca, la que más merluza tenía”, recordó.
También dedicó un párrafo para la actual gestión, mientras una imagen en la pantalla reflejaba al subsecretario de Pesca de la Nación, Tomás Gerpe, brindando junto a su asesor, Alejandro Latte, en el stand de Mar Argentino.
“Los funcionarios parece que tienen motivos para festejar en España; pero aquí la situación es otra”, evaluó. A continuación, realizó un breve repaso histórico de la evolución que tuvo la actividad desde la década del sesenta hasta estos días.
En particular, se detuvo en la sanción de la Ley Federal de Pesca, a que la calificó como “un manual de instrucciones para que empresarios y políticos hagan buenos negocios”.
Frías piensa que esta ley habilitó la concentración del recurso en pocas manos y eso disminuyó las zarpadas en el puerto local. “Cuatro o cinco empresarios monopolizan la pesca. Esto permite elegir operar con el barco más conveniente y dejar parado al resto”, describió.
Aunque también reconoció que por influencia del langostino, buques tradicionalmente merluceros se volcaron hacia la búsqueda del crustáceo.
El dirigente gremial insistió con la idea de ir hacia la reducción de desperdicios en la actividad. “Se descarta por año lo mismo que marca el índice de pobreza”, graficó.
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