Se fue la primera quincena de febrero y estamos ya transitando lo que se denomina –desde hace un tiempo- fin de semana XXL, aunque a la salida del cine Normandie le decíamos fin de semana largo como todos por aquellos tiempos.
¿Motivo del feriado? Las celebraciones del Carnaval como ocurre en varios países con creencias cristianas, aunque al igual que la Navidad ya es una fiesta de todos y lejana de la cuaresma de la feligresía católica.
Estos días feriados, más el período estival (que no se está condiciendo con el clima), le vienen permitiendo a los establecimientos gastronómicos tener un lleno pleno a diario y casi en los dos turnos, en una temporada que les está reportando muy buenos dividendos como le cuenta a PESCARE uno de los pocos propietarios de restaurantes del Centro Comercial que no tiene reparos en decir la verdad y no sigue penando por lo que no pudo ganar en época de pandemia.
Los que parecen que están viviendo una especie de carnaval son algunos de los “muchachos” que trabajan a bordo de los buques de investigación del INIDEP. Afortunadamente son solo algunos, que parece poco les importa la función que tienen esos barcos, que por carácter transitivo le marcan el camino futuro al recurso pesquero, viéndolo a grosso modo.
Rotura de barcos, falta de presupuesto o malestar interno. Bien podría ser una pregunta pero también puede ser una afirmación.
“Hay tipos que no dan bola, que esto no les interesa, total somos empleados del Estado y dicen que es difícil que te echen de un trabajo del Estado. Se preocupan más por mandar mensajitos de WhatsApp a algún colega tuyo o a vos mismo, que por saber si el barco está en condiciones”, nos relata el cincuentón tripulante de una de las tres embarcaciones.
La afirmación llegó tras la vuelta del “Angelescu” –que ya había puesto proa a las Georgias- aunque sin un anuncio oficial de su partida para una campaña que iba a hacer histórica, pero que la rotura de un diodo de uno de los generadores del motor auxiliar obligó al capitán a regresar a Mar del Plata. Ahora la polémica, que seguramente tendrá una especie de investigación interna, es saber si había o no repuestos a bordo.
El “Holmberg” aún no pudo renovar sus certificados, por consiguiente no pudo realizar la campaña de calamar. Digamos las cosas como son… es imposible olvidarse del vencimiento del Certificado de la Seguridad para la Navegacion, en ninguna empresa privada sucede. Nadie se olvida de presentar una inspección y quedar parado en el muelle. Se esconden otras cosas, esa es la verdad.
Ahora se le suma una ¿rotura? en el “Mar Argentino” que no dio la posibilidad de iniciar la campaña de corvina, ummm.
“Quedamos ciegos. Esa es la realidad. Si el INIDEP no tiene los barcos es andar en una habitación a oscuras, te podés chocar todo y no encontrar nada”, le dijo el Dr. Sebastián Agliano a PESCARE como Gerente y responsable de la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera y Fresquera, pero sobre todo con sus conocimientos incorporados por experiencia y herencia familiar.
“Lo habíamos hablado con el Dr. Carlos Liberman en esto de seguir un camino y así avanzar en estas prospecciones que son vitales para nosotros. Ahora nos quedamos sin nada. Yo lo que estoy proponiendo es que hagamos una especie de prospección con la flota comercial, pero por supuesto no es lo mismo, ni se compara, hay parámetros que nosotros no podemos ni sabemos medir”, dice un Agliano que se muestra amargado pero con empuje.
La fuente que nos cuenta sobre lo que sucede en el INIDEP es inobjetable, porque es parte activa desde hace muchos años (no daremos más datos porque como tantos en el puerto de Mar del Plata, cuentan lo que sucede pero nadie quiere exponer su nombre).
“Para mí, le están queriendo hacer ‘una cama’ a alguien y que no te extrañe que sea a Padín o a Latte, ¿vos me preguntás por qué? Ni idea, en eso no te puedo ayudar”, nos dice con tal sinceramiento y voz en alto, que hizo que el armador de gran volumen en su cuerpo girara sobre su silla (en otra mesa) como para ver quién era nuestro interlocutor. Pero el silencio es ensordedor cuando uno le consulta a Latte. De eso no se habla y todo se resume en la falta de presupuesto. En fin.
Sabido es que también existe un serio malestar entre algunos tripulantes de los buques de investigación, ya que en ocasiones, a bordo, se plantean intercambio de palabras entre el personal civil y el personal de la Prefectura Naval Argentina que va a bordo.
“¿Sabés como les saco el manualcito y se los muestro? Y decí que no tengo a mano los papeles para mostrarte. Pero los barcos son del INIDEP y nosotros respondemos al Instituto y toda su estructura. Todo bien con Prefectura, los respeto y aprecio su trabajo. Pero yo no soy de la Fuerza. Ni la ‘colimba’ hice”, relata ya risueño y relajado el conocedor del tema.
Pero el carnaval no se agota ahí no más. “Hay más informaciones para este boletín” decía otrora el locutor Ariel Delgado en Radio Colonia.
Se vienen días agitados por el puerto marplatense a raíz del malestar que aún persiste de parte de los propietarios y los tripulantes de las pretendidas en resguardo lanchitas amarillas y de los barcos costeros dicen algunos conocedores.
Es que para algunos el “tema Villa Gesell” estaba agotado. No se puede pescar a tres millas. Resolución judicial y listo. “Finishela” decían algunos de nuestros abuelos.
¿Acaso alguno podría pensar que esta gente de manos curtidas y cortadas por el tinte del tanino de la red de anchoita, del frío impregnado en el cuerpo y su cara ajada por los embates del mar iba a dejar todo como estaba?.
No los dejan pescar por una resolución judicial –injusta a todas luces- frente a la costa de la bonita y exclusiva Villa Gesell. Algún trasnochado los subestimó. Nada más desacertado que eso. Nunca lo hagas con un hombre de mar, con un tano, con un gallego, van a pelear hasta al final, por su mar, por su lancha, por su barco, por su familia. Si bien hay preocupación en el sector de lanchas amarillas, hay cosas inexplicables. Me parece que se están tirando un tiro en los pies con el tema del HCD. Declarar a las lanchas patrimonio histórico, puede que no se pueda vender su permiso y lo peor, que quien lo compre deba hacerse cargo de por vida del casco en el agua… me parece que hay que analizarlo bien, el lobo y el pingüino saben mucho de pesca y redes pero de negocios… lo dejamos ahí., son puntos de vista seguro.
Otro tema, la cuotificación del langostino… no no. Para operetas acá no, nos decia Carlos A. Cornalito, es demasiado para este fin de semana. Falta uno mas en la lista para hablar y despues te comento, como anticipo hay varias reuniones. El tema del langostino está caliente, de aperturas al norte, para cuando? te dije que no voy a hablar de langostino, el horno no está para bollos con las 5000 toneladas de la reserva especial, muy especial…
Del tema astilleros, hablamos algo?, hay una bronca bárbara..! Algunos barcos necesitan entrar a seco pero no hay turno y otros están demorados. Demorados? Atrasados, pero lo dejamos para el próximo domingo.
Será hora de preparar la reposera o sillita playera, el mate, unas buenas facturas de algún establecimiento tradicional panaderil de la calle Magallanes (ya no está la Panadería del Pueblo de Julito Callá en la puerta con el turco del kiosco hablando de lo amargo de independiente), y sentarnos a ver cómo le responden a una protesta que seguramente cobrará carácter nacional, no por lo escandalosa, sino por lo resonante. Como el Carnaval mismo.
Ahh olvidaba, que lío se armó en la Aduana en Capital. Que paso? Parece que había una banda que mediante un “adelanto” del 20% te hacía caminar la SIRA en Buenos Aires. Raro?, no, no tanto, cuando hay trabas para operaciones que en cualquier país normal es solo un trámite, aparecen algunos adelantados, pero Massa se enteró que decían que era para la política y les mando la Policía Federal. No eran muchos, pero el efecto mecha tampoco se vio y cayeron unos pocos. Hay otros? Uff no me hagas hablar que tengo mucha data y podría rozar de cerca a varios…