Categoría: Consumo

En octubre, las ventas de productos del mar en Estados Unidos mostraron un crecimiento positivo, liderado por el segmento de productos no perecederos como el atún enlatado y las anchoas. Mariscos frescos y congelados también registraron aumentos significativos, con especies como el bacalao destacándose por su sólido desempeño. La ligera inflación y los cambios en las preferencias del consumidor presentan oportunidades y desafíos para el sector.

No es para menos. Hay una industria primaria extractiva y procesadora que se dimensionó en función de esa demanda. Hoy, en caida, y con tasas de financiación en alza, el sector sufre un fuerte impacto. La pregunta es si cambio el hábito de consumo, o este es un tema puntual y pasajero por razones de readecuación del presupuesto familiar a los precios en alza de bienes y servicios del hogar.

Preocupa para el comercio interno chino la falta de interés y presencia en restaurantes. Hace dos años sentarse en un restaurante era sinónimo de hacer reservas 15 días antes; hoy están vacíos, a pesar de las promociones y recorte de precios del último año. La cadena hasta el productor y el importador, va en el mismo sentido, caida de volumen y precios a la baja.

Es evidente el mundo contemporáneo entendió que el tiempo es oro y como tal, ya las cocinas no son el centro de atracción en las casas modernas como en el pasado. Los productos pre elaborados de pescados y mariscos crecen en demanda y sostienen al alza precios que justifican toda la cadena de elaboración.

A rio revuelto….. profesa el dicho popular. Y no es para menos, es tal el grado de dispersion de precios como imaginacion de cada oferente. Sin dudas el proceso inflacionario genera este tipo de disparidades. En el territorio nacional y en localidades donde se descargan productos de mar, es decir, donde no hay incidencia de fletes, los precios pueden variar hasta un 80%. En una misma ciudad las diferencias alcanzan incluso el 100% por el mismo producto. Descontrol en las góndolas de pescados y mariscos para esta semana santa.

La actividad pesquera de España se encuentra jaqueada entre el descenso en el consumo de pescados y mariscos y la fuerte presión de entidades proteccionistas que cierran permanentemente áreas de pesca cercanas a la costa. Crecen los costos y bajan fuertes las rentabilidades. Una manera de paliar la dura situación, es impulsar el mayor consumo de pescados y mariscos a través de una baja en el Impuesto al Valor Agregado.

Caída en el consumo en paises clientes de Argentina en productos de mar, afecta la demanda. La crisis energética, y los costos en que se encuentran atravesando las familias españolas, repercute en el consumo de pescados y mariscos. España retrae compras, por caída de demanda en el mercado interno.

La oferta y demanda se siente en los muelles, como así también la perdida de poder adquisitivo de nuestra moneda. No obstante, hay una sobre demanda puntual de merluza con idénticas descargas que años anteriores. No falta merluza, hay importante recomposición de stock producto de vísperas de la semana de Pascuas.

Como es de esperar, cada vez que el afluente turístico se alcanza a Mar del Plata, el turista elige una recorrida por el puerto para disfrutar el día al aire libre, los lobos, las escolleras y el muelle histórico. Este fin de semana tuvo un fuerte impulso la actividad gastronómica para todos los gustos.

El viernes con temperaturas cercanas a los 18°C pintaba para un fin de semana como pocos vistos desde Pascuas. Al ritmo del tiempo, este fin de semana, primero de vacaciones de invierno mostro el potencial y la selectividad del turista por la gastronomía.