El pedido apunta a darle continuidad y mayor desarrollo a las actividades extractivas, productivas y comerciales que realizan las típica embarcaciones que tienen su puerto de asiento en Mar del Plata, en función de la importancia cultural, social y económica tanto para sus trabajadores como para sus familias.
Días atrás dábamos cuenta sobre la conformación de una comisión en el Honorable Consejo Deliberante de General Pueyrredón, la cual está presidida por uno de sus impulsores el concejal Horacio Taccone, quien junto a una variada cantidad de actores del sector portuario, mantuvieron su primera reunión, la que ya tiene establecida la próxima que será el viernes 4 de agosto, como ocurrirá cada primer viernes del mes.
Sobre el proyecto PESCARE dialogó con Julio Lorenzani, secretario de la Fundación Fauna Argentina, quien comentó que “esto surgió hace ya unos años, cuando detectamos la disminución de las lanchas, reconozco que tal vez un poco tarde, pero lo vimos”.
“Desde la Fundación trabajamos con el arquitecto Carlos Gabbin. Él nos da una mano siempre en los temas que se relacionan con lo legislativo. Nuestra institución, como ONG ha presentado proyectos legislativos y logramos algunas leyes de protección, como la restinga como reserva marina u otra por ejemplo con el tema de los lobos marinos, para considerarlos como Monumento Natural. Como Gabbin es especialista nos armó el proyecto para presentarlo de la manera que se debe hacer”, relató Julio Lorenzani, quien junto a su hermano Juan, desde hace más de treinta años se abocan a estos temas que tienen que ver con el medio ambiente en general y con el puerto de Mar del Plata en particular.
Se sincera reconociendo que tal vez parezca que es un poco tarde para poner de nuevo el tema de las “lanchitas” en el tapete, ese puñado que hoy quedan operativas (apenas trece), son el desafío que tienen por delante. “Queremos hacer el intento a ver si se puede remediar algo”, dice.
“No queremos que siga ocurriendo que las lanchas sean sacadas del agua, les sacan el motor y quedan ahí, como una cáscara vacía, y dejan de ser ‘lanchitas’. Eso es patrimonio. Eso es lo que conocimos y tenemos que sostenerlo”, cuenta Lorenzani con algo de nostalgia y enarbolando la bandera marplatense “sacando la parte ambiental”.
“Acá hay varias cosas, por un lado la parte pintoresca, pero también pensamos que son embarcaciones que pescan a una velocidad que no es nociva para la pesca incidental. No afectan a ciertas especies de mamíferos marinos. Cuando se pesca, en las redes entra todo, de acuerdo al barco. En cambio en las lanchitas las artes de pesca que usan, como la lampara, las nasas, eso hace que la pesca sea más sustentable que cuando se pesca con otras artes, como una red de cerco, una red de arrastre, donde todo lo que entra se muere”, detalló el referente de la ONG dialogando con nuestro medio.
“Cuando ellos hacían la zafra de anchoa o de magrú, lo hacían con una red de cerco. Si los peces que estaban adentro no daban la talla, abrían la red y muchos seguían viviendo. Además estamos apoyando pensando en los beneficios que tiene la pesca del día por ejemplo. No hay pescado más fresco que el que traen las propias lanchas”, resaltó.
Los responsables de la ONG participaron en la reunión que se llevó a cabo el 7 de julio en el Consejo Deliberante, tras la cual dialogaron con varios de los referentes de la banquina chica.
“Más allá de lo que hemos charlado, este proyecto tiene que ser evaluado, lo tienen que ver los propios pescadores. Obviamente no es una imposición, ni que tenga que salir al menos una ordenanza sí o sí de la manera que lo planteamos. Este es nuestro aporte, que por supuesto es modificable de acuerdo a las necesidades de los que trabajan en las lanchas”, dijo Julio Lorenzani, uno de los ideólogos del proyecto.
Desde hace varios años que mantienen un contacto permanente con los referentes de las fotogénicas lanchas, quienes les ha relatado sus problemas mostrando que “no se les facilitan las cosas y son emprendimientos chicos. A veces salen a pescar y gastan más en combustible, que lo que pueda traer. Hay varias cositas que a ellos no les cierra como negocio”.
“Además, como te mencioné, entendemos que lo de las lanchitas es una pesca sustentable. Atendían la industria de la conserva en Mar del Plata. Esas especies pelágicas, como lo que era el fuerte de ellos, como la anchoa, el magrú, la caballa, exclusivamente la pescaban ellos. Esa variedad de peces venían hasta frente a las costas Mar del Plata. Hoy los barcos más grandes las van a buscar antes, y no llegan más acá. Tal vez estaban cumpliendo un ciclo vital, ojo lo digo desde el desconocimiento, pero si venían hasta acá enfrente venían a algo, a desovar en aguas someras, en aguas poco profundas, o lo que sea”, concluyó Lorenzani.
Ver Proyecto de Ordenanza Plan de Apoyo a la Flota de Lanchas Amarillas.