La paralización de la planta pesquera Greciamar por intervención del STIA no es un hecho aislado, sino una muestra de cómo ciertos gremios priorizan su cuota de poder por sobre el desarrollo económico y laboral. Mientras estas prácticas persistan, Argentina seguirá atrapada en la ineficiencia y el estancamiento, perdiendo competitividad en el escenario global.