Las Islas Malvinas, además de una zona de control geoestratégico en la proyección hacia la Antártida, goza de amplio dominio del Océano Suroccidental. La pesca y el petróleo son dos fuentes de ingreso que sustentan la actividad en el archipiélago.
“Por segundo año consecutivo se superó la barrera de los 1500 millones de dólares”, apuntaron. El langostino, con una temporada récord, fue el eje de las operaciones.