El sector pesquero enfrenta una transformación obligada por un cambio de modelo económico que desafía sus prácticas históricas. La clave de la supervivencia radica en la optimización de costos y la adaptación operativa, lejos de las esperanzas de soluciones gubernamentales o expectativas externas. Enfrentando la crisis de rentabilidad, las empresas deben apostar por la eficiencia, o corren el riesgo de desaparecer.