Reconstruir una historia tan enriquecedora, con cambios, con dedicación, con un enorme compromiso por la comunidad, es sin dudas una tarea agradable y que nos permite llegar hasta las raíces.
Este 27 de febrero la Prefectura Naval Mar del Plata, cumple nada menos que 161 años de su inicio de actividades en lo que hoy es el puerto más importante del país.
El Decreto del 27 de febrero de 1862, firmado por el entonces Gobernador de la Provincia de Buenos Aires Dr. Bartolomé Mitre, dio inicio al largo camino, desde la importancia que ya tenía el puerto natural de la Laguna de los Padres, donde José Coelho de Meyrelles instaló el primer “saladero”.
Por ello, el Gobernador Mitre designó como titular de la nueva sede a D. Manuel Lascano. Ese fue el punto de partida de la Prefectura Mar del Plata, convirtiéndose en la primera autoridad oficial de los por entonces parajes hoy convertidos en ciudad.
Las primeras instalaciones funcionaron a escasos metros del mar, a apenas unos 100mts. del mismo, previendo la pleamar y las embestidas de las olas. Estas primeras instalaciones estaban ubicadas en lo que hoy es la intersección de las calles San Martín y Buenos Aires en la ciudad de Mar del Plata.
Las denominaciones han ido cambiando pero la esencia no, desde aquella solicitud del Juez de Paz de la Mar Chiquita, donde a través del decreto de Mitre, se crea la “Oficina de Receptorías de Rentas”, siendo éste el antecedente fundacional de la Prefectura Mar del Plata, ya que por entonces, los Resguardos o Receptorías de Rentas ejercían las funciones propias de la Autoridad Marítima, donde no se habían instalado aún Dependencias de la Institución.
Una de las notas curiosas y poco difundidas de la Prefectura Mar del Plata, se registró en sus comienzos. La por entonces “Capitanía de Puerto”, luego Prefectura, se nutrió de mucho personal procedente de la inmigración.
Reglamentada su incorporación a raíz de la falta de postulantes nativos, mediante la Circular 15/1905 de Prefectura General de Puertos, prestaron servicios en la Institución, hombres de origen italiano, griegos, españoles y de varios países latinoamericanos.
Pero el caso más significativo fue el de la incorporación de Marineros de la Isla de Cabo Verde (África), a quienes se los conocía internamente en la Fuerza como los “caboverdianos” o “portugueses”, por ser esa isla una colonia de Portugal.
Estos marineros prestaron servicio a comienzos del siglo XX y lo hicieron hasta promediando la década del ’30 aproximadamente.
Se los eligió, entre otras características, por ser muy buenos nadadores y por ello los destinaron a distintas Dependencias marítimas, donde la seguridad de los balnearios estaba a cargo de la Institución.
La mayoría de ellos recibieron condecoraciones por actos de arrojo por salvamentos de personas realizados en el mar.
Además poseían una excelente condición de “tiradores” lo que les valió importantes participaciones en varios concursos en los que representaron a la Institución.
Los datos recabados dan cuenta que la Sub Prefectura, allá por 1908 estaba ubicada, como mencionamos en lo que hoy es la calle Buenos Aires y era un edificio de mampostería de dos pisos, que estaba construido sobre pilotes de madera insertos en la arena.
En 1913, a raíz de una fuerte tormenta y producto de la cantidad de aguas pluviales, se socavó el edificio que se derrumbó por completo.
Luego pasó a funcionar en unos locales de la Rambla marplatense de reciente inauguración en ese momento, para luego de más de un año trasladarse al denominado chalet Manetti en la Loma de Santa Cecilia, que poseía unos reconocidos jardines cuidadosamente adornados y pintorescos.
Las historias para contar sobre la Prefectura Naval en general y la Prefectura Mar del Plata en particular se multiplican. No solo por la diversidad de tareas que desarrollan a nivel portuario sino a través de cada acción ciudadana en pos de la seguridad y el compromiso con la comunidad.
Por mar, por aire, por tierra, no solo en lugares lindantes al Mar Argentino o dentro de él, sino en cada rincón donde la Nación los necesite, con coraje, espíritu de servicio, dedicación, arrojo, y como el lema de su juramente lo indica, si es necesario “hasta perder la vida” en y por actos de servicio. Ahí está el personal siempre presto y buscando la mejor acción para el ciudadano, con prevención, con actitud y con dedicación.
PESCARE saluda al Sr. Jefe de la Prefectura Mar del Plata en este nuevo aniversario, Prefecto Mayor Rodolfo José Cattaneo. Nuestro reconocimiento, extensivo a todo el personal a su cargo.