Como homenaje a todos los hombres y mujeres que se dedican a la pesca, el 26 de enero tambi茅n se celebra el D铆a Mundial del Pescador, donde se incluyen a los aficionados y a los peque帽os pescadores no solo de mar, sino tambi茅n a los de r铆o o lagos, en definitiva aquellos que hacen de la pesca un modo de subsistencia.
El d铆a engloba a colectivos muy diversos, desde aquellos pescadores que se embarcan durante meses en pesqueros de gran altura, o aquellos que 鈥渧uelven en el d铆a鈥 a puerto. Se celebra a modo de reconocimiento al trabajo de los pescadores para que el mundo tome conciencia de lo duro que es trabajar en el mar, durante largas jornadas, soportando todo tipo de adversidades clim谩ticas.
Sin lugar a dudas es una de las actividades de mayor riesgo del mundo laboral, como es considerado por la misma OIT.
Este d铆a se conmemora para reconocer el trabajo de los pescadores y para concientizar de las duras condiciones que encierran el trabajar en el mar, soportando condiciones clim谩ticas adversas y realizando un gran esfuerzo f铆sico.
En alguna ocasi贸n cuando un importante empresario del sector pesquero manifest贸 en forma p煤blica que 鈥淢ar del Plata es Pesca鈥 (los m谩s memoriosos lo recordar谩n) algunos sectores mostraron su rechazo por considerar que Mar del Plata tiene otras actividades industriales y comerciales.
Claro que s铆 las tiene, es indiscutible la variedad de industrias de la ciudad -pero sin ser jactanciosos- el motor que empuja a esta y otras ciudades con litoral mar铆timo, demuestran minuto a minuto que la pesca es la actividad por antonomasia, por ser abarcativa, por integradora, por producci贸n, por fuentes de trabajo, por las innumerables cualidades que tiene.
Lejos de entrar en pol茅micas, desde PESCARE queremos homenajear a esos trabajadores que tienen un trabajo de alto riesgo, que con abnegada paciencia salen d铆a a d铆a desde cada puerto de la Argentina en busca del sustento para colocar el primer eslab贸n de una cadena productiva incomparable.
Recalaron en el puerto de Mar del Plata como consecuencia de grandes inmigraciones, la primera en 1899, las siguientes en 茅pocas de post primera y segunda guerra mundial, corridos por la hambruna y las malas condiciones inmediatas. Muchos holandeses de la zona de Ostende, principal puerto pesquero, destruido por las bombas, otros de Portugal, y la gran mayor铆a de Italia desde Ischia a Sicilia pasando por Nerano y la Marina Grande di Sorrento. Mar del Plata crisol de verdaderos pescadores que se juntaban a comentar las capturas y magnificar los avatares del mar en la vieja esquina de 12 de Octubre y Avda.Edison, donde aun el joven Alfonso V贸ttola, era un simple aprendiz del Dr. bioqu铆mico Quintana en la farmacia que fue parte de medicamentos aplicados por Rosita Cottado, colocadora de inyecciones a toda la juventud pescadora bajo receta del Dr. Celestino Gord贸n, a posteriori al frente de la Asistencia del puerto, al lado de la comisar铆a 3era.
El puerto era siempre una fiesta de dialectos, gritos y sonrisas. An茅cdotas y aventuras, pero por sobre todo, de much铆simo sacrificio y trabajo. Los pescadores intentaban ser pintores, carpinteros, maquinistas y mec谩nicos gente honesta y de trabajo, donde encontr贸 la Iglesia La Sagrada Familia para dar lugar a que sus hijos busquen un sendero mejor, el estudio. Aquellos viejos pescadores trazaron el camino para que hoy grandes capitanes en buques artillados de electr贸nica, pesquen y vuelvan a puerto, mientras los viejos lo hac铆an mirando el color del agua y midiendo con una plomada la profundidad, a veces con grasa, para saber si el fondo era barro, arena o conchilla y as铆 orientarse donde estaban, lejos a煤n de sondas y radares.
La escuela de todas las cosas era la banquina chica del puerto, ah铆 se aprend铆a y forjaba el hombre de mar, desde la peque帽a edad, cuando en sexto o s茅ptimo grado uno decid铆a si el camino era estudiar o trabajar. El trabajo muchas veces era el mar; hoy, capitanes de pesca, adultos y con la experiencia de haber pasado desde la lancha hasta grandes congeladores.
En fin, un siglo de pescadores que desde el puerto de Mar del Plata, casi reflejando aquellas primeras inmigraciones, llegaron a las 5 provincias con frente mar铆timo para afianzar lo 煤nico que saben hacer con pasi贸n, pescar.



No en vano Mar del Plata, nuestra cuna, desde hace m谩s de un siglo tiene uno de los puertos m谩s importantes del mundo, dicho sin soberbia.
Es injusto enumerar cada uno de los apellidos que dan luz a esta actividad que evocamos hoy. Pero no solo a cada uno de los que realizan las tareas sobre una embarcaci贸n, sino a sus familias, que aguardan ansiosos la llegada de su familiar, mirando el cielo, o con un branmetal a querosene de Caramello entre las piernas, para soportar el fr铆o riguroso de invierno en peque帽as casillas de chapa y madera pinotea (hoy tan de moda), mirando las condiciones del mar, pasando muchas veces por la angustia ante situaciones que se pueden presentar mar adentro.
No en vano en las calles Vucetich y Azopardo, lindante con la Av. V茅rtiz en Mar del Plata, se encuentra el monumento a la 鈥淢adre de los Pescadores鈥 que con su hijo sobre un hombre, espera la llegada al puerto de su ser querido.
La feligres铆a cat贸lica tiene en el morro de la escollera sur a San Salvador, patrono de los pescadores, que despide y recibe a aquellos que con su esfuerzo buscan el alimento para sus familias.






Muchos han dejado su vida desarrollando sus tareas, por eso tambi茅n los tenemos presentes en nuestros pensamientos, en nuestra memoria y en nuestro humilde homenaje.
No es para cualquier persona ser pescador, la mayor铆a de aquellos que trabajan en esa actividad lo tienen en su propio ADN, otros lo aprenden y otros lo hacen en forma deportiva.
Est谩n aquellos que se suben 鈥渁 la lancha鈥, los que van en las embarcaciones de rada o r铆a, los fresqueros, los congeladores, todos son pescadores y a todos queremos saludar reconociendo y homenaje谩ndolos sentidamente en este, su d铆a.








