El cambio en la cúpula del Ministerio de Agroindustria finalmente terminó por repercutir en la estructura de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de la Nación. Juan Bosch se convirtió oficialmente en el nuevo responsable del área.
Si bien aún no fue publicado en el Boletín Oficial el decreto con su designación, la web de Agroindustria ya lo coloca como nuevo subsecretario de Pesca en el organigrama que encabeza el flamante ministro Luis Etchevehere.
Una fuente consultada por Pescare.com.ar señaló que el decreto viene con alguna demora, pero que saldría en los próximos días con retroactividad al 1° de diciembre.
Bosch, que viene de trabajar a partir de su formación como abogado al frente de la Dirección Nacional de Coordinación Pesquera, ocupará el lugar que deja el licenciado en Economía Tomás Gerpe tras casi dos años de gestión.
Uno de los desafíos que enfrentará tiene que ver con el langostino. Por estos días, se está discutiendo un plan para readecuar su manejo. El concepto incluye actores, formas de explotación, calidad del recurso, vedas y relación entre jurisdicciones.
El propio Bosch visitó días atrás Mar del Plata junto a integrantes del Consejo Federal Pesquero para iniciar una serie de encuentros con cámaras empresarias del sector. Buscan escuchar propuestas y analizar alternativas.
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Será clave la posición que asuma la Subsecretaría. También el calamar está demandando revisar el calendario que rige su captura específica a partir de cambios en el comportamiento de la especie. El repetitivo adelantamiento de la temporada así lo demuestra.
En tanto, la merluza, que ya no padece grandes dificultades biológicas, pide un manejo más flexible. Algo similar ocurre con las especies del variado costero, marcadas por regulaciones de difícil cumplimiento que terminan desalentando la actividad.
Para abordar estas problemáticas se necesitará un Inidep más activo. El instituto acaba de transcurrir otro año con tres de sus buques parados. Además, aún no está resuelto el conflicto gremial que rodea la incorporación del “Angelescu”, hoy en manos de Prefectura, cuestión que pone signos de interrogación sobre su futuro inmediato.