Cuando estaba finalizando 2003 seguramente no pensaba que con el correr de los años, su creación iba a situarse entre los sitios más visitados no solo en Mar del Plata sino también de varios países donde las visitas son constantes y sonantes.
Había que aprender algo más de periodismo y estudió. Había que mejorar la calidad de las fotos y lo hizo. Había que hacer entrevistas y las hacía. Había que redactar y lo hacía. Había que editar la página y ahí estaba él.
No hace mucho tiempo alguien nos dijo que Alejandro no escribía, sino que tenía una pluma para reflejar de forma sentimental lo que sentía y lo que veía en cada recorrida o en cada entrevista en el puerto de Mar del Plata.
Alejandro, ese petizo rubión que cada mañana se ponía su pantalón gris, su camisa celeste, su corbata y su blazer azul, en el derrotero que debía hacer cada día desde su casa hasta el Colegio Sagrada Familia, tal vez no soñaba con PESCARE. Simplemente soñaba, que no es poco.
Alguna pelota pateada en el “patio grande” del colegio, otras en la Plaza Italia, el skate, el carrito con rulemanes, desde la misma loma de la calle El Cano y Triunvirato, un accidente que pudo ser trágico pero que supo afrontarlo con entereza y con el profesionalismo de los médicos y el amor de maestras y compañeros de “Los curas”, lo sacaron adelante; amén del esfuerzo y sufrimiento casi sobre humano de una madre y padre, junto a sus hermanos para sobrellevar ese doloroso momento.
Su destino estaba signado por el periodismo y por eso se perfeccionó y logró combinar dos elementos perfectos de acuerdo a su esencia: el periodismo y sus raíces, esas que le transmitieron el amor por “el agua”, porque así se habla en esas casas, así se denomina a lo que los ciudadanos de a pie dirían de otro modo. No se va a pescar, “se va al agua”. Frase que encierra amor y trabajo, cosa que también Alejandro pudo hacer, mezclar el amor de una casa con raíces italianas y vinculadas al puerto y el trabajo dedicado a los medios de comunicación.
De todo eso no podía nacer otra cosa más que PESCARE.COM.AR y que hoy sigue y que seguimos en memoria de él. Seguimos sosteniendo este espacio, más allá de que sea un trabajo profesional, tratamos de continuar con todo lo que sembró y por todos los que lo recuerdan como cada vez que nos encontramos con algún actor del sector pesquero tiene su mención para Alejandro.
Una enfermedad se lo llevó a muy corta edad, injusta e incomprensiblemente, pero… quien de nosotros puede juzgar los designios de Dios. Hacía falta algún periodista honesto, de los que miraba el vaso lleno, en el paraíso. Sin golpes bajos ni apriete, sin el color amarillo de lo que mas vende, sin lobby y mucho menos sin la entereza como la que humildemente encaraba todos los dias por la mañana para recorrer los mismos muelles que su padre hacia de joven, con el mismo objetivo que el sustento para su casa.
Y tuvo que ser un 24 de diciembre justamente el día que lo llamaron para un viaje eterno que dejó no solo huellas, sino una marca definitiva, más allá de un enorme vacío que de más está decirlo, no se va a poder ocupar.
Un año ya sin Alejandro Daniel Di Iorio, fundador, ideólogo, creador y alma mater de nuestro sitio PESCARE. Perdón, lo expresamos mal, debemos escribir: un año sin “Ale”, pero con la fuerte convicción de continuar una obra que intentamos seguir con la misma idiosincrasia y filosofía que Él hubiese querido. Con honestidad, transparencia y brindando al lector lo mejor de uno. Para vos, que nos lees desde el cielo, vaya nuestro profundo respeto.