La Escollera Norte podría utilizarse no sólo para la descarga de buques poteros en los picos que presenta cada año la temporada de calamar, sino también como base de operaciones para el resto de flota pesquera.
La propuesta fue nuevamente discutida cuando días pasados se reunió en Mar del Plata la Comisión de Infraestructura Portuaria en el ámbito de la Mesa Técnica sectorial que dispuso la Provincia de Buenos Aires.
El espacio de diálogo integró a Oscar Fortunato (Cepa), Emilio Bustamante (Terminal de Contenedores), Diego García Luchetti (Armadores), Mariano González (Udipa) y Martín Di Constanzo (Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera), entre otros.
Desde Cepa justamente se planteó la necesidad de utilizar esos 272 metros lineales de muelle que ofrece la Escollera Norte para alivianar la congestión que sufre el puerto local en sus distintos espacios de amarre.
De esa manera se contribuiría paralelamente a reducir los costos extras que deben afrontar los armadores en el movimiento interno de sus barcos, en muchos casos amarrados hasta en séptima andana.
“La Escollera Norte no sólo debe usarse para descargar calamar en una época del año; sino que debe estar habilitada para descargas todo el tiempo, continuamente. Es un muelle más, no puede ser un lugar que se use esporádicamente”, le planteó Fortunato a Pescare.com.ar.
Consciente de la necesidad operativa, el presidente del Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata, Martín Merlini, viene gestionando la autorización para que los pesqueros puedan trabajar donde se emplaza la Terminal de Cruceros mientras no lleguen embarcaciones de ese tipo.
El tema es complejo ya que involucra a diversos organismos: la Armada, la Agencia de Administración de Bienes del Estado, la Subsecretaria de Actividades Portuarias bonaerense y, naturalmente, al resto del Gobierno provincial.
En el encuentro de Comisión se dejó en claro que por ahora no está permitido el trabajo de pesqueros en la Norte, hoy bajo administración del Consorcio Público Escollera Norte; pero que se están explorando las vías legales para lograrlo.
Buques inactivos
Otro de los ejes tratados fue la acumulación de barcos inactivos que entorpecen la actividad. Según cálculos estimativos, la estación marítima local cobija a unas treinta unidades de esa condición.
De ese grupo, quince se encuentran en estado de abandono. Sin sus responsables a la vista, el Consorcio pretende por la vía judicial que se logre el abandono a favor del Estado y se disponga luego el retiro definitivo.
Respecto a los otros quince, las autoridades proyectan intimar a los propietarios para que promuevan una “disposición apropiada”.