Nadie quita méritos a una selección nacional de fútbol que merecidamente dio alegría a un pueblo que solo recibe azotes de las administraciones municipales, provinciales y nacionales. Rodó por la mejilla de cada argentino una lágrima de emoción al ver al «Messias» levantar la copa en el mundial de Qatar 2022.
Pero de ahí a un inesperado, sorpresivo y poco planificado día feriado como consecuencia de la llegada de la selección nacional de fútbol queda algo desmedido en quienes a diario se rompen la cabeza para ver como llegar a otro fin de mes.
La eficiencia, dinamismo, creatividad, pasión y amor propio del empresario pesquero es el sostén para que la actividad sea un árbol motor generador de trabajo, divisas, riqueza y bienestar.
Otro revés, otro más a la actividad productiva. Otro feriado, inexplicable para quienes entendemos que el populismo le hace mucho daño al país. Y no hablamos de política partidaria, todos por igual se suben al carro, de un lado y del otro del veril político, incluso un periodismo sin patria ni banderas que hace 30 días descargaba toda su ira y frustración ante un resultado adverso de un partido de fútbol con Arabia, hoy, justifica, da entorno y caldo de cultivo a la poca convicción de la ignorancia y el desahogo de un pueblo poco hábil para decidir un camino con orden, trabajo, disciplina y convicción que le generen bienestar y prosperidad.
Pero la pesca hoy y desde hace más de 30 días, solo tiene feriados, días previos y posteriores a cada partido de la nacional, DNU pre navidad y pre fin de año, ahora este feriado para todo el país, por lo que pueda pasar desde Ezeiza hasta la 9 de Julio. Un despropósito tan inexplicable como vivir de espaldas a la producción y la generación de trabajo.
La actividad primaria extractiva, procesadora, industrial, el puerto, el muelle, la industria naval son actividades pesadas que funcionan cuando entran en régimen de trabajo. No se puede parar. Hay pescado descongelado para envasar, pescado fresco para cortar, marisco en cámara para procesar y barcos pescando y el 40% del personal no fue a trabajar, claro; es feriado.
El sistema funciona trabajando, algo que algunos funcionarios desconocen lo que es, pero que sin embargo forman parte de las pésimas decisiones que toman.
¿Quién paga esta fiesta? como siempre el empresariado, el mismo que mañana desea descargar un barco y se encuentra que es el merecido día del estibador, es decir, que en esta semana; el lunes, se trabajó a media máquina y sin todos los empleados, muchos que por festejar se tomaron el día; hoy martes, un feriado decretado entre gallos y medianoche; mañana, el día del estibador, el viernes feriado pre navidad, es decir con suerte esta semana se llegue a trabajar tan solo un día. Que viva la eficiencia..!
Y me hace acordar un refrán que mi viejo decía en napolitano, «lunes y martes… no hay principio al arte; miércoles y jueves… trabajar no se puede, viernes… ingles, sábado… francés y el domingo para descansar«.
Así pasa la vida, y después de 50 años seguimos con los mismos hábitos, así nos va; de espaldas a los hombres y empresas que desean trabajar y progresar, siendo hoy, todo impedimento y burocracia.
El país es una fiesta, más que ello, el país parecería un picnic dirigido por el Dr. Chapatin, un incompetente de espaldas a la producción y al trabajo.
Hagamos números y demos contenido a lo expresado; el PBI argentino es de u$s 500.000 millones, es decir el país produce u$s 1369 millones diarios, solamente con los feriados y asuetos, la administración pública podría sostener un mejor sistema de educación, salud y seguridad, por supuesto, sin el pan y el circo, necesario para insuflar hábitos que redundan en intereses de corto plazo.
Lo que se desprende de todo esto es que a algunos argentinos no le gusta trabajar y a ciertos funcionarios, solo endulzar los oídos de la gente; gestionar, administrar y planificar fueron, son y serán acciones desconocidas para ellos.
A veces, pensamos que quienes deseamos trabajar, corremos en ligas distintas…