El Régimen de Promoción de la Industria Naval Argentina finalmente fue promulgado por el Poder Ejecutivo. Sin embargo, lo que podría ser el punto de partida para pensar la reactivación del sector se transformó en un duro revés.
El Gobierno vetó mediante el Decreto 1076/2017 dos artículos que eran considerados parte de la columna central del proyecto: la creación de un fondo de 1.500 millones de pesos por año, que se ajustaría por índice de precios, y el mantenimiento de los bonos por bienes de capital.
La creación del fondo está contenida en el artículo 10. El Ejecutivo lo “observó” por entender que no quedaba claro si implicaba una nueva asignación de gastos no previstos en el presupuesto o, por el contrario, representaba la creación de una línea específica dentro de los fondos fiduciarios administrados por el Ministerio de Producción.
“La determinación de un monto mínimo anual con un fin específico no previsto por las normas que rigen los fondos fiduciarios vigentes, sin conocer el estado de situación ni disponibilidad de fondos de cada uno de ellos, conlleva en un claro avasallamiento de las facultades de administración de la Autoridad de Aplicación a cargo de dichos fondos”, se argumenta en los considerandos.
Para el caso de los bonos por bienes de capital, la administración Macri también entiende que configura una indebida injerencia en las facultades propias del Ejecutivo, al establecer la obligación de mantener un régimen de promoción para un sector determinado de la economía por un período de diez años.
La decisión del Ejecutivo causó sorpresa y malestar en el sector; sobre todo después de cinco años de discusiones, de haber atravesado el filtro de Diputados y Senadores, de haber generado una amplia base de consenso, que incluía a los legisladores oficialistas.
«No lo esperábamos»
“No esperábamos esto de las autoridades del Poder Ejecutivo. Su actitud es, por lo menos, sorpresiva y nos decepciona ya que teníamos canales de diálogo abiertos que todo nuestro sector unido sí respeto siempre. Después de tanto trabajo, negociaciones y, principalmente, consensos alcanzados merecíamos otro trato. Antes de nacer, el país de los 8.450 kilometros de costas fluviales y marítimas, perdió, como si nada, su ley de Industria Naval y ahora deberemos ver si esto es posible remontarlo”, definió el dirigente de la Asociación Bonaerense de la Industria Naval, Miguel Ángel Sánchez.
Sánchez lamentó la oportunidad perdida y recordó que al debate se habían integrado profesionales, docentes, estudiantes, técnicos, obreros, empresarios, sindicatos, además de los propios diputados y senadores e incluso funcionarios de las primeras líneas del mismo gobierno.
“Consideramos que era y sigue siendo muy importante esta ley para la generación de empleo genuino, el fortalecimiento de cadenas productivas, el desarrollo de inversiones no especulativas y, por si fuera poco, la consolidación de nuestra presencia soberana en los ríos y en el mar argentino”, concluyó.
El Ejecutivo vetó los dos artículos centrales del régimen de promoción que se había aprobado en el Congreso. Decepción y malestar en el sector.
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