Durante el fin de semana, las embarcaciones costeras de Mar del Plata recuperaron la posibilidad de operar en “El Rincón”, área localizada en la franja costera sur de la provincia de Buenos Aires próxima a Bahía Blanca.
El pasado sábado 31 de marzo finalizó la veda de seis meses que como todos los años tiene vigencia desde el 1° de octubre. Así lo especifican la Resolución 27/09 del Consejo Federal Pesquero y la Disposición 82/2010 de la Dirección de Pesca bonaerense.
El objetivo de la medida es proteger la cría y reproducción de diversas especies. El conjunto incluye a lenguado, gatuzo, corvina, pez palo, pez ángel, besugo y rayas, entre otras. Si bien con el inicio del otoño los recursos se mantienen allí, empiezan a dispersarse.
La reapertura es importante tanto para los intereses de la flota como de las plantas de procesamiento en tierra, que en el último tiempo y por diferentes razones han venido sufriendo la merma del variado en el circuito de producción.
Período clave
Según datos del Inidep, en “El Rincón” llegan a operar más de cien barcos, principalmente del estrato que se ubica entre los 19 y 28 metros de eslora. La mayor parte de la faena se lleva adelante en el segundo trimestre de cada año.
Las principales especies capturadas en esa franja de la costa son pescadilla, gatuzo, corvina, rayas y pez palo; pero interactúan con más de 63. El rendimiento del área ha sido variable en los últimos años, oscilando entre las 7 y 10 mil toneladas en las estadísticas oficiales.
Más allá de haberse registrado alguna tendencia declinante en las capturas, sigue pendiente la evaluación científica de la zona. El último intento del instituto terminó abruptamente por la rotura del buque “Dr. Eduardo Holmberg”. Ocurrió a principios de marzo.
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El plan original de la campaña contemplaba dieciocho días de trabajo entre los paralelos 38° y 42°. El principal objetivo era estimar la abundancia relativa de las especies que allí se concentran, tarea que no se realiza desde el año 2013.
Además, estaba previsto estudiar la trama trófica, determinar la composición específica de las capturas, la estructura poblacional y el estado reproductivo.
Desde la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera manifestaron inquietud por la suspensión del crucero. Los armadores entienden necesario recuperar la tarea científica para eventualmente introducir cambios en las medidas de manejo.
“Necesitamos saber qué hay disponible para pescar mediante las campañas”, considera el gerente de la entidad, Sebastián Agliano. Este año, la oportunidad se perdió. La flota opera nuevamente en el área.