Luego de la Mesa de Trabajo llevada a cabo en el Honorable Concejo Deliberante de Mar del Plata el día jueves, PESCARE dialogó con el Dr. Fernando Rizzi, uno de los impulsores que desea rescatar y proteger a las lanchas amarillas de la banquina de pescadores marplatense.
¿Quedó conforme con lo expuesto en esta reunión? Ya quedó expresado que se va a conformar una nueva mesa.
Conforme con esta jornada, donde mucha gente ha podido expresar lo que siente, lo que piensa al respecto y que por conclusión, ha tomado la responsabilidad de organizar una mesa de trabajo ejecutiva, ágil, dinámica, que tenga potestad para representar a la ciudad de Mar del Plata en lo que es la gestión ante las autoridades nacionales y provinciales que tienen incumbencia a la materia. Es decir, el Consejo Federal Pesquero, Secretaría de Pesca de la Nación, Secretaría de Pesca de provincia.
Se ha podido expresar la gente y realmente ha sido muy productivo y muy provechoso. Acá hay que seguir trabajando, hay mucho por hacer, hay mucho por llevar adelante y tenemos el compromiso de muchísima gente que lo ha expresado hoy, y que tiene que representar el sentimiento de la ciudad de Mar del Plata.
Algunas expresiones fueron dispares, alguien propuso que se puedan alquilar los permisos de pesca, otros venderlos y otros que desean seguir trabajando. ¿Cómo se pueden consensuar esos puntos de vista?
Creo que queda en la síntesis de un “régimen especial para las lanchas amarillas”, entendiendo que esas lanchas amarillas son una “marca” para la ciudad. Son la marca específica de la pesca argentina. Después existen embarcaciones de distinto tipo, pero no tienen la identidad, la “personalidad” que tienen las lanchas amarillas.
Entendemos que son 14, 15, 16 las que quedan, y hay que darles un sistema, un régimen especial para que sean preservadas y que tengan un tratamiento específico que permita que sigan activas pescando en el puerto de Mar del Plata.
¿Cómo surge esta motivación desde la Defensoría del Pueblo?
Ha sido Roberto Pennisi quien nos trajo en su momento la inquietud, muy preocupado por el descenso de la cantidad de lanchas amarillas en el puerto, y nosotros hemos tomado eso y buscado la forma visibilizar la problemática.
Una vez visibilizada a través de esta jornada de trabajo que hemos hecho hoy, ponemos manos a la obra. Ya los funcionarios conocen cuál es la preocupación. Por lo tanto hay que empezar con ejecutividad a buscar soluciones para resolver el problema.
¿Quita entusiasmo la presencia de apenas dos concejales teniendo en cuenta que son 24 los ediles del Partido de General Pueyrredón?
Es interesante que se sumen. Lo que nosotros destacamos y nos parece importante es que esto surgió por unanimidad de los 24 concejales. Esperemos que se sumen y que tengan sus representantes en esa mesa de trabajo que vamos a llevar adelante. Están todos imbuidos en la problemática, porque lo hemos hablado con los distintos concejales, pero obviamente, nos hubiera gustado que hubiese habido más representación.
Ya que no pudieron llegarse otras autoridades, sobre todo nacionales, usted lo planteó de otro modo, si no pudieron llegar ellos, serán ustedes quienes vayan a su encuentro.
Exactamente, creo que hay que tomarse el colectivo e ir a Buenos Aires y hablar en los lugares donde estas autoridades atienden, para que escuchen realmente esta problemática y este clamor que no es de un sector ni de una persona en particular, es de la ciudad de Mar del Plata y eso ha quedado demostrado hoy.
Para los viejos conocedores de la banquina chica marplatense, hablar de “El Lobo”, “Coca Cola”, “Pingüino”, “Etiqueta”, “Tato”, “Melo”, “Diente”, “Nazo”, “El Indio”, son apodos de los cuales a algunos ni se conocen por sus nombres de pila, esa es la identidad, esa marca registrada que mencionó el Dr. Rizzi en su diálogo con PESCARE.
Uno de los más jóvenes pero con 40 años “en su lomo”, Carlos Grecco –Carlitos, “El Pelado”- accedió a dialogar con nuestro portal luego de la reunión en el HCD.
Arranqué con las lanchas, tuve mi época de marinero en barcos más grandes, tuve mi propia embarcación, estudié, saqué la patente de patrón, vendí mi embarcación hace 15 años, y hoy por hoy trabajo como patrón en otra embarcación.
¿Qué evaluación hace de esta jornada, de esta mesa de trabajo?
Contento, porque veo que la gente tiene interés en nosotros, en ver qué pasa con esta gente, con estas lanchitas. Ojalá se cumpla y que nos podamos reunir, por lo menos para que sigamos viviendo.
Usted planteaba la posibilidad de que se alquilen los permisos, alguien planteó la posibilidad de venderlos, pero eso en esta situación haría que se quiten directamente las lanchas.
Si vos vendés el permiso, Pesca Nación automáticamente deja tu embarcación amarrada o al desguace, cómo es lo que está pasando hoy.
La idea justamente es que no se desguacen. La idea sería, como en otras partes del mundo, que el cupo, el permiso de cada uno, se alquile. Entonces la embarcación artesanal, como en este caso las lanchitas amarillas, sigan viviendo en el puerto de Mar del Plata con el turismo, con el lobo marino, que sigamos pescando, que le podamos enseñar a la gente cómo pescamos.
La gente del turismo viene y te pregunta “¿señor, esto qué es? Eso es un tiburón ¿y cómo lo pescan?”. Esto es así, hay un contacto con el turismo, con la gente, con todo el mundo. Nos brindamos al turismo nosotros también.
Habría que hacer como en otras partes del mundo, sería muy bueno. Ojalá se cumpla. Yo agradezco la voluntad que tiene la gente para que las lanchas no desaparezcan.
No puedo omitir pedirle un comentario sobre la actualidad de lo laboral y por ende lo económico en las lanchas amarillas.
Está complicado… está complicado porque, por ejemplo, nosotros no tenemos subsidio de gasoil, nada, pagamos de gasoil el precio de surtidor, y a veces nos cuesta movilizar la embarcación, porque en ocasiones nosotros salimos a pescar y no es que llegamos al recurso… el recurso “a veces” llega a nosotros… si lo dejan… y tiene épocas, por ejemplo ahora estamos en vísperas del magrú.
En noviembre, el 10, 12, 15 de noviembre ya hay caballa, pero lo que está viniendo lo traen otros hoy y traen cantidad de magrú!!! Y nadie mira a estas lanchitas, en dejarles un cupo chiquito, “¿los vamos a dejar laburar a esta gente?” No les importa.
Es el “sálvese quien pueda” en este país lamentablemente. Nosotros estamos.
Mas que un cierre de nota, es un reclamo, un pedido, una manifestación que une y vincula la historia grande de la pesca en Argentina, con su gente, con la nuestra y con el turismo. Mas del Plata es el puerto, y el vinculo con la historia son estas lanchas. Abrimos el juego para que tanto el Honorable Concejo Deliberante, la provincia de Buenos Aires, los organismos de Turismo y fundamentalmente el Consejo Federal Pesquero junto a la Prefectura Naval Argentina, en fin, todos, hagan el esfuerzo para que este primer eslabón de la pesca tenga la continuidad que merece y que supo ganar, por sabiduría, historia, prestigio, sacrificio y trabajo; pero por sobre todo, por enseñanza a la generaciones posteriores que mostraron el camino de como generar riqueza del mar argentino.