La Dirección de Actividades Portuarias de la Provincia de Buenos Aires abandonó la acefalía en la que estaba desde mayo del año pasado. El abogado oriundo de Bahía Blanca, Marcelo Horacio Gentili, es el nuevo titular del área.
Su nombramiento fue anunciado hoy por el Ministerio de la Producción que conduce Javier Tizado; pero ya venía ejerciendo el cargo desde el pasado 13 de mayo. Gentilli ocupa el sillón que había dejando vacante la renuncia de Esteban Pinto en medio de cruces con los trabajadores del sector.
“A través de la Resolución Delegada 145/2019, Gentili tiene a su cargo la planificación y fiscalización del sistema portuario bonaerense y el control del funcionamiento de los consorcios de gestión, entre otras tareas”, apuntaron desde la Gobernación.
Además, le corresponderá establecer el manejo de la Cuenta Especial Fondo Provincial de Puertos, dirigir el Registro Provincial de Puertos y coordinar las pautas de seguridad en los muelles.
La tarea presenta desafíos no menores para el flamante funcionario, del que no se conoce vinculación previa con la actividad portuaria; sí, de sus pasos por la Sindicatura General de la Nación, la Sindicatura General de la Ciudad de Buenos Aires y el Banco Central.
Desafíos por venir
En su órbita asoma como pendiente la sanción de una ley de puertos para el territorio bonaerense. En ese mapa, la estación marítima local tiene el peso económico que le da la industria pesquera y su carga exportable asociada.
Sin embargo, una de las dificultades por las que atraviesa Mar del Plata tiene más que ver con lo operativo. La falta de espacios en los muelles sigue siendo una traba para su desarrollo. La problemática es reconocida por las autoridades.
De hecho, el Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata está impulsando un plan para remover los buques inactivos de las secciones 4ta y 5ta. El cálculo oficial estima que ocupan unos 120 metros de frente de muelle recuperables.
Recientemente, el Gobierno provincial y la Armada alcanzaron un acuerdo que le permitirá al Consorcio utilizar el varadero de la Base Naval por cuarenta meses. El predio, una vez que termine de ser acondicionado, servirá de plataforma para la reducción a chatarra de una veintena de barcos.