La acción se llevará a cabo tras la firma de un convenio de entrega en forma gratuita, de arena que excede en la superficie de donde en alguna ocasión se vieron médanos y eran una característica del lugar portuense.
El acuerdo se realizó a través de autoridades del Consorcio Portuario Regional Mar del Plata con sus pares del Consorcio del Complejo Playa Grande, para que la arena que en la actualidad obstruye la infraestructura de la pasarela y la bajada hacia las playas de jurisdicción portuaria, pueda ser retirada y distribuida en el sector público que está comprendido entre la Escollera Norte y el complejo conocido como “La Normandina”, para que de ese modo se pueda recuperar tanto extensión como ancho de la franja que es utilizada por el público en general, es decir aquellos que no tienen contratado el servicio de los balnearios privados.
El objetivo del convenio es buscar un beneficio por partida doble. Por una parte recuperar el diseño y las prestaciones originales de los recorridos peatonales sobre arenas próximas a la Reserva Natural del Puerto y por otra parte reducir el constante y habitual impacto del avance del mar y la merma de la superficie seca en el frente de Playa Grande.
El excedente que hoy existe será cedido por el Puerto de Mar del Plata y el costo operativo –seguramente de cifras bastante elevadas- será asumido por el Consorcio del Complejo de Playa Grande, el cual está integrado por los concesionarios de los balnearios del sector.
Al respecto, el presidente del CPRMDP Gabriel Felizia manifestó que “es una acción reparadora en el frente de costa de jurisdicción portuaria porque nos permitirá despejar la pasarela construida para llegar desde el parador Arenas Blancas hasta la Escollera Sur, los enquinchados dispuestos para restaurar dunas y las bajadas a playa, donde fuera de temporada se acumuló mucha arena”.
Se destaca que Playa Grande es uno de los sectores que más se ve afectado por la pérdida de arena, mucha de ella que es retenida por la propia dinámica del mar, que al retener sedimentos forma un banco en cercanías del morro de la Escollera Sur.
Previo al desarrollo de cada temporada de verano, en el mencionado sector de balnearios suelen realizarse rellenos artificiales con arena, la cual es transportada por vía terrestre, para poder recuperar superficie tanto para la infraestructura de servicios de sombra como así también para que en una primera línea quede un ancho de playa lo suficientemente ancho y que pueda atender la demanda de uso público en el concurrido sector.
Quienes tienen la responsabilidad del Complejo Playa Grande, como parte del acuerdo firmado, asumieron el compromiso de dejar limpia la traza de la mencionada pasarela de más de 1000 metros de extensión que posibilita el recorrido peatonal sobre la cara este de la Reserva del Puerto Mar del Plata, lindera con una de las naves del Astillero SPI, como así también de las bajadas de playa que la administración portuaria dispuso para el tránsito de quienes utilizan las otrora famosas “playas del Puerto”.
Vale recordar que entre los meses de noviembre de 1998 y abril de 1999 se había realizado un refulado de arena, en varias playas marplatenses, donde se incluyó la zona de Playa Grande, con un costo por aquel entonces de 33 millones de dólares.
Aquella obra se realizó mediante la intervención de tres dragas de bandera belga, una boya que estaba ubicada mil metros de la costa y un sistema submarino de cañerías que fueron los necesarios para que de cara al año 2000, Mar del Plata tuviera más superficie de playas que se estaban perdiendo por la erosión costera.
Esa obra había sido financiada por el gobierno bonaerense que por aquel entonces estaba a cargo de Eduardo Duhalde, para lo cual se había comenzado justamente en el sector de Playa Grande, donde fueron volcados 660 mil metros cúbicos de arena.
El movimiento total estuvo en derredor de los 2,5 millones de metros cúbicos de arena para que las playas más concurridas de Mar del Plata pudieran aumentar su ancho entre 50 y 100 metros.
El 15 de diciembre de 1998 fue anunciada la finalización de las tareas, fecha en la cual el Puerto de Mar del Plata ya podía recibir buques de gran calado.
“Se tiró demasiada arena y las autoridades de ese entones no previeron que se iba a acumular en el mareógrafo, por lo que quedó tapado de arena. Hubo tanta arena que no midieron que eso iba a ocurrir. Y también pasó que tiraron mucha arena fina en Playa Grande, se empezó a soplar y lo que se acumuló llegó hasta la avenida”, sostuvo hace poco tiempo Federico Isla, profesional del Centro de Geología de Costas de la Universidad Nacional de Mar del Plata.