A través de un comunicado de prensa, los observadores del Inidep ensayaron una defensa al trabajo que ejercen a bordo de los buques pesqueros y negaron todo vínculo con hechos de corrupción.
Los trabajadores buscan así despegarse de un artículo publicado el pasado 7 de enero en el sitio 0223.com.ar, donde se los señalaba por supuestamente cobrar un “incentivo” de entre los 15 y 30 mil pesos para obviar el registro de ciertas prácticas.
Según interpretan, la nota del sitio web los ligaba el ocultamiento de los descartes y artilugios para procesar a bordo más merluza que la declarada; aunque fundamentalmente los apuntados en el texto periodístico eran los inspectores.
“No existe complicidad entre el observador del Inidep y los empresarios pesqueros. Todas las funciones del observador a bordo responden a tareas cuyo fin específico es la investigación”, afirmó en ese sentido Sergio Najle, delegado del cuerpo.
Luego, agregó con tono aclaratorio: “El observador no posee poder de policía y tampoco tiene la función de fiscalizar o controlar la actividad. Por lo tanto, la acusación de cobro de incentivos a cambio de ocultar información carece de sentido”.
Además, en el comunicado destacaron el valor que tiene hoy el seguimiento de las distintas pesquerías mediante la tarea del observador; sobre todo debido a la ausencia de campañas de investigación: “Representa el único dato actualizado de los recursos”, definieron.
Por último, Najle expuso: “El actual programa de observadores a bordo está operativo hace más de veinte años y cuenta con el reconocimiento de otros programas de observadores de todo el mundo. El observador de pesca argentino tiene prestigio internacional”.
Desmintieron que cobren incentivos por parte de los armadores, tal como lo denunció un artículo periodístico días atrás.
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