Genera inquietud en algunos sectores de la industria la demora que sufren los trámites para traspasar el permiso de pesca de una vieja embarcación a una nueva. En particular, alertan sobre el impacto de las trabas burocráticas impactan en la estrategia comercial de los armadores y el trabajo de los astilleros.
La problemática fue puesta de manifiesto por la Cámara de Armadores de Buques Pesqueros de Altura y la Unión de Intereses Pesqueros Argentinos (Udipa) mediante un comunicado. Desde esas entidades definieron como crítica la situación.
“Al margen de la crisis y de la falta de créditos, la principal causa por la cual la flota no se renueva es porque el propio Estado pone obstáculos”, expresaron y colocaron como ejemplo el traspaso de los permisos.
“Limitar el alcance del permiso de pesca original, restringiéndolos o extendiendo indefinidamente la duración de dichos trámites, hace que el armador termine desistiendo”, aseguraron.
El rol del Consejo
En ese sentido, recordaron que en la última reunión del Consejo Federal Pesquero no se trataron varios expedientes que llevan meses de presentados; aún cuando el reciente naufragio del “Repunte” actualizó la discusión pública sobre el estado general de la flota.
Un informe de la Cámara de la Industria Naval de Mar del Plata apuntó que la antigüedad promedio de la flota local se ubica en torno a los 36,6 años, con algunos segmentos que superan 50 años.
“Hay rumores de todo tipo: que el Subsecretario de Pesca, (Tomás Gerpe), los estaría frenando, que el Secretario (de Agricultura, Ricardo Negri) quiere revisar personalmente los expedientes, que se formaría una comisión especial para analizar los casos de reemplazos, etcétera”, reconocieron los armadores.
Mientras tanto, subrayaron que algunos barcos van quedando paralizados en el muelle con presiones sobre sus responsables para salir a pescar y otros son sometidos a inspecciones extraordinarias o a denuncias anónimas por redes sociales.
Sin botaduras
“La situación es más grave aún desde el punto de vista de los astilleros. La última botadura en el país de un pesquero nuevo fue en abril de 2016”, evocaron en referencia al costero «Franco José». Desde esa fecha, el trabajo en las gradas se concentraron básicamente en reparaciones.
Como muestra, el pasado viernes se realizó una asamblea en Contessi, donde, según pudo saber Pescare.com.ar, los trabajadores fueron informados del complejo marco operativo.
En este espacio debería haber un nuevo barco en construcción… Nos hubiera gustado hoy anunciar Inversiones y contratación de más personal pic.twitter.com/SYZFB8oIwI
— Ale Contessi (@alecontessi) 8 de julio de 2017
“El presidente Macri dijo durante la campaña electoral que le daba vergüenza que en la Argentina se tardara más tiempo en los trámites para incorporar un buque que en construirlos. Pareciera que dentro del propio Gobierno hay quienes intentan que a esta gestión le vaya mal, poniéndole un freno a las inversiones, al trabajo argentino, a la renovación de la flota”, cierra el texto de las cámaras.