Personal del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), intervino y decomisó unas 27 toneladas de merluza fresca que estaban en proceso de descomposición.
Ocurrió durante un control realizado en los muelles de Mar del Plata: “La mercadería era descargada desde un barco fresquero con destino de ingreso a distintas plantas para su posterior procesamiento y comercialización”, informó el organismo.
Este medio pudo averiguar que los aproximadamente 735 cajones de hubbsi pertenecían al buque “Sirius II”. Además, se secuestraron 2 de abadejo y 130 de raya.
“Se encontraban con características organolépticas alteradas, por lo que se procedió a la interdicción y posterior verificación analítica a través de la intervención del laboratorio móvil que posee el organismo”, apuntaron desde Senasa.
Varios factores pueden contribuir a generar problemas sanitarios de este tipo: altas temperaturas, la distancia con la zona de pesca que alarga la extensión de la marea y el mal acondicionamiento del pescado a bordo, según refieren operadores consultados.
Una vez confirmado el mal estado de la mercadería, se dispuso el decomiso total de la carga y el envío para su desnaturalización hacia una planta de harina de pescado.
El hecho encierra una particularidad al menos incómoda para el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. El “Sirius II” opera para el grupo El Marisco, cuyo directivo, Francisco Di Leva, acaba de asumir como director de Pesca bonaerense.
Fue durante un control en los muelles del puerto local. Según pudo saber Pescare.com.ar, la carga pertenecía al “Sirius II”, del grupo El Marisco.