La irracionalidad no cede en la protesta que mantiene el Somu en los puertos patagónicos. El gremio decidió este domingo por la tarde continuar con los piquetes como método, fundamentalmente en Madryn, y las consecuencias son ya irreversibles.
En el sector estiman que las aproximadamente 500 toneladas de langostino que proyectaban trasladar hacia plantas de procesamiento están perdidas. Aún cuando permanecen bordo de camiones con cajas térmicas, las casi 72 horas transcurridas son demasiadas para garantizar la calidad del producto.
“Hay más de 500 toneladas de langostino en descomposición que habrá que disponer, tirar, en lugar de que 2.500 personas pudieran haberlas trabajado en las plantas y generar alimentos”, reconoció Capip mediante un comunicado de prensa.
“Ya está, hay que tirarlas. Quizá era eso lo que estaban esperando los manifestantes”, confirmó un armador local consultado por Pescare.com.ar. Sólo unas pocas toneladas encontraron mayor flexibilidad para pasar desde Comodoro Rivadavia a Rawson o desde Camarones a Caleta.
Estado ausente
Es llamativa la tibia participación que tuvo el Estado. Ni los representantes del Gobierno provincial, ni los del Gobierno nacional supieron encausar el diálogo para evitar este desenlace. Envuelta en sus propias dificultades, Chubut no puede aportar orden.
La libre circulación de mercadería tampoco pudo ser garantizada desde el Estado nacional. Oficialmente, la Subsecretaría de Pesca se mantiene en silencio. El panorama hace que los armadores de Mar del Plata evalúen volver al puerto local.
“Me vuelvo. No quiero tirar pescado”, lanzó uno de ellos ante la consulta de este medio. Otros esperarán algunas horas más. Con la mejoría de las condiciones climáticas, la decisión podrían tomarla en las primeras horas de este lunes.
Marcha en Mar del Plata
Sin embargo, habrá que esperar qué curso toma el conflicto. Para las 8.30 de mañana está prevista una manifestación de la seccional Mar del Plata del Somu frente a las terminales 2 y 3. El lema es “los marítimos nos hacemos escuchar en defensa de los convenios colectivos de trabajo”. Esta tarde-noche Prefectura estaba colocando vallas en el lugar.
Vale recordar que el gremio no accede a discutir el valor dólar de referencia para liquidar salarios. En tanto, las empresas buscan adaptarlo a las condiciones que trajo aparejada el coronavirus: menos demanda y caída de precios.
¿Fin de temporada?
Desde la óptica de Capip, la temporada de langostino está perdida, no habrá manera de reiniciar actividades: “El esfuerzo realizado fue en vano. No sirvió. No fue apreciado. No supimos explicarlo, no quisieron entenderlo”, evaluaron.
Luego, agregaron en otro párrafo del comunicado: “La solidaridad sindical mal entendida, creemos, en lugar de defender a quienes pueden trabajar, manifiesta solidaridad y apoyo a quienes impiden que ellos mismos trabajen, y obtengan un mejor salario”.
Por último, señalan: “El compromiso de las empresas, con su gente, y con la sociedad en general es mantener este año las fuentes de trabajo, minimizar las pérdidas por no poder trabajar, y tratar de evitar cierres o quiebras, como están ocurriendo en otras actividades. Y siempre se estará abierto a todo ámbito legítimo de negociación en las condiciones que garanticen la paz social…”.