El diálogo abierto entre los dirigentes de la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera y las autoridades empieza a traducirse en acciones que, en principio, ayudan a descomprimir la tensión de las últimas semanas.
Tras la amenaza del “pescadazo”, las reuniones con la gobernadora, María Eugenia Vidal, y el ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile, desde la Subsecretaría de Pesca respondieron positivamente a un pedido de los armadores.
Según pudo saber Pescare.com.ar, en las últimos días fueron suspendidos temporalmente los aproximadamente 150 sumarios administrativos que se habían iniciado este año por no pesar y clasificar en muelle las diversas especies que componen el variado costero.
El procedimiento está establecido en la Resolución 408/2003; pero resulta de imposible aplicación práctica. Debido a esa complejidad, la Subsecretaría ya había habilitado que se realice en plantas de procesamiento, pero mantenía los sumarios realizados con anterioridad.
Sin embargo, ahora decidió dar marcha atrás y dejar en suspenso la aplicación de las multas derivadas de los sumarios hasta que se revise cada caso en particular. “No hay plazos establecidos para hacer ese trabajo”, confirmó una fuente oficial. Será desde la Dirección Nacional de Coordinación Pesquera donde se determinen los pasos a seguir.
La novedad fue bien recibida en el sector; aunque armadores consultados aclararon que restan definiciones importantes para dinamizar el trabajo de la flota; entre ellas un régimen de explotación viable para condrictios.
Condrictios, cuenta pendiente
El criterio que las autoridades aplican para controlar los desembarques de rayas, tiburones y otras especies englobadas en el conjunto está hoy en una zona gris.
Con el respaldo del Inidep, el pasado 2 de junio el Consejo Federal Pesquero habilitó una prueba piloto de tres meses que convirtió los límites de descargas por marea en topes cada seis viajes conjuntos, siempre que sean consecutivos y despachados a variado.
En términos globales los límites no se modificaron; es decir, 50 por ciento en conjunto para rayas, tiburones y pez gallo respecto del total de las especies capturadas y del 30 por ciento para rayas y tiburones particularmente.
Esta nueva forma de computar les permitió a los armadores compensar entre viajes en los cuales obtenía mayores volúmenes de estas especies, con otros de menor faena. La cuenta final se realizó al término de las seis mareas.
La prueba piloto finalizó el pasado 31 de agosto y el Consejo aún no se pronunció respecto de la continuidad o no de este esquema de fiscalización. La semana pasada el Inidep se comprometió a enviar un informe con la síntesis de la experiencia y “las recomendaciones que el instituto considere conveniente brindar”.
La Subsecretaría de Pesca dejó en suspenso la aplicación de las multas por no pesar y clasificar en muelle hasta que se revise cada caso. El procedimiento de control ya se había trasladado a las plantas.