Tras décadas de inactividad, el astillero de Comodoro Rivadavia inicia su reactivación con una inversión de 9 millones de dólares, prometiendo empleo y dinamismo económico. Sin embargo, crece la preocupación por su posible rol como soporte logístico de flotas extranjeras que operan fuera de la milla 200, en una zona clave para la soberanía pesquera y la sustentabilidad del Atlántico Sur.