La actividad pesquera de España se encuentra jaqueada entre el descenso en el consumo de pescados y mariscos y la fuerte presión de entidades proteccionistas que cierran permanentemente áreas de pesca cercanas a la costa. Crecen los costos y bajan fuertes las rentabilidades. Una manera de paliar la dura situación, es impulsar el mayor consumo de pescados y mariscos a través de una baja en el Impuesto al Valor Agregado.