Gestos de fastidio se advierten en la Sociedad de Patrones Pescadores que comanda Luis Ignoto. Los titulares de lanchas amarillas se resisten a instalar el control satelital que pretende la Subsecretaría de Pesca de la Nación.
En los últimos días, varios responsables de las veintiocho unidades que se mantienen operativas fueron intimados a exhibir un documento que avale la contratación del servicio como condición para renovar el permiso de pesca nacional.
Desde 2003 este sector estaba exento del llamado “Monpesat” por normativa de la propia Subsecretaría. La misma decisión fue ratificada en 2008 por las autoridades de la provincia de Buenos Aires ante un pedido del Consejo Federal Pesquero.
Sin embargo, la intención de Pesca es que desde 2015 las unidades locales de rada/ría se incorporen al seguimiento satelital, en sintonía con la flota de mayor porte que opera en distintas jurisdicciones.
En la decisión del organismo conducido por Miguel Bustamante pesa del compromiso asumido ante la Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo para que desde el próximo año todas las unidades trabajen fiscalizadas por el monitoreo.
Sin embargo, Ignoto sugirió que detrás de la imposición hay otra finalidad: desalentar la continuidad de trabajo y trasladar esos permisos nacionales hacia la región patagónica para utilizarlos en la captura del langostino.
“Nos parece un exceso reglamentario. Nosotros siempre trabajamos de la misma forma. Nuestro radio de acción es acotado (15 millas) y no se justifica este gasto; no lo vamos a poder sostener”, fue el argumento que repitió el dirigente ante distintos medios de prensa.
Ignoto entiende que el ordenamiento de la costa debe empezar por los barcos más grandes, los mismos que les han ido limando posibilidades operativas de acceso a recursos como anchoíta y caballa.
Por caso, recién en esta época del año este último recurso fue «tocado» por las lanchas. Como muestra, el pasado viernes unas diecisiete lanchas descargaron 2.850 cajones de caballa, de acuerdo a los datos que pudo recabar Pescare.com.ar.
“La están pescando un tanto alejados de la costa, con red de lámpara y el tamaño es bueno. El 90 por ciento de la carga que vimos está entre ejemplares medianos y grandes”, describió un operador consultado por este medio.
Califican a la iniciativa como “un exceso reglamentario”. Hasta aquí estaban exceptuados, pero ahora se transformó en un requisito para renovar el permiso nacional.