En un avance hacia la resolución de un conflicto legal, una empresa del sector harinero ha propuesto una solución alternativa mediante un acuerdo conciliatorio en un proceso judicial. Este acuerdo contempla un aporte económico al Consorcio Portuario Regional Mar del Plata, destinado a completar el plan de infraestructura sanitaria que beneficiará a la zona comercial y de servicios de la jurisdicción portuaria.
La causa penal que involucra a una empresa cooperativa que fabrica harina de pescado ha derivado en esta instancia conciliatoria, donde la firma se compromete a realizar una compensación económica, tal como lo estipula el Código Penal. Este financiamiento se destinará exclusivamente a la finalización de la extensión de la red cloacal en el Puerto de Mar del Plata.
La propuesta fue presentada por la defensa de la empresa ante el Tribunal Oral Federal, que maneja el expediente. La compañía, que ya ha invertido 6 millones de dólares en mejoras industriales, busca así una salida al conflicto penal por presuntas infracciones a la Ley 24.051, utilizando la figura establecida en el Artículo 59, Inciso 6 del Código Penal. Esta figura permite realizar compensaciones económicas para «obras de interés comunitario» y contribuir a la «pacificación social del conflicto«.
El acuerdo, que fue firmado por representantes de la empresa y el presidente del Consorcio Portuario Regional Mar del Plata, Marcos Gutiérrez, ahora está sujeto a la evaluación y posible aprobación del tribunal. Según los términos establecidos, el Consorcio recibirá los fondos en un plazo máximo de diez días tras la resolución judicial y se compromete a llevar a cabo la supervisión y finalización de las obras de ampliación de la red cloacal.
Además, resulta imprescindible reconocer el papel estratégico de las plantas harineras que operan en este puerto, ya que estas son responsables de gestionar el ciclo final de residuos de la industria procesadora local. Sin su intervención, la viabilidad de la pesca como industria procesadora manufacturera se vería comprometida, dado que ningún puerto podría sostener el volumen de pescado de cola descargado en Mar del Plata sin un sistema adecuado de tratamiento de residuos.
El valor de estas harineras radica también en su contribución a la producción de proteínas de origen marino, elemento central de una economía de reciclaje que convierte los desechos en recursos valiosos. Esta economía circular no solo favorece la sostenibilidad, sino que además genera insumos esenciales para la producción de alimentos balanceados, que se exportan a más de 50 países, -base de la nutrición de otras especies (porcinos, ovinos, bovinos, aves)-, subrayando la importancia de este sector para la economía y el comercio internacional.