Un nuevo frente de preocupación asoma para la industria pesquera argentina y de la región, esta vez vinculado al nuevo tratado sobre biodiversidad en alta mar que se discute por estos días en Nueva York, Estados Unidos, en el marco de Naciones Unidas.
Desde la Cámara Argentina de Armadores de Buques Pesqueros de Altura explicaron que en ese foro se está debatiendo un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre conservación que podría impactar en los intereses del sector.
“El texto en cuestión, sin importar que la actividad pesquera ya está regulada y sometida a una gestión responsable, desarrolla una nueva gobernanza, prevaleciendo la conservación por sobre el uso sostenible de los recursos”, alertó el presidente de la entidad empresaria, Diego García Luchetti, en diálogo con Pescare.com.ar.
Inquietud por la extensión
El acuerdo se daría en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar relativo a la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina de las zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional.
Sin embargo, las eventuales nuevas Áreas Marinas Protegidas, previstas como instrumentos de protección fuera de las 200 millas, podrían estar interconectadas en red con zonas similares dentro del Mar Territorial. De allí la inquietud de los armadores locales.
El texto base de la propuesta surgió de la primera y segunda sesión, desarrolladas el 4 al 17 de septiembre de 2018 y del 25 de marzo al 5 de abril de 2019, y es conocido como BBNJ por su sigla en inglés. Ahora, hasta el 30 de agosto tiene lugar la tercera y penúltima discusión.
¿Desplazamiento de la soberanía?
El punto es que el debate se está enfocando hacia la creación de un sistema global centralizado de manejo asociado a una red científica, que diversos actores del medio juzgan de dudosa especificidad.
“Directamente se implantan sobre los órganos y marcos jurídicos existentes y desplazan la soberanía del Estado en el acceso a la alta mar, depositando las facultades de decisión hacia un nuevo grupo de poder -el Grupo Científico y la Conferencia de las Partes- en detrimento de los estados ribereños”, explicó García Luchetti.
Luego, amplió su lectura: “Evidentemente sectores conservacionistas radicalizados han estado liderado el proceso en Naciones Unidas, facilitando que el pretendido tratado prevea la creación de extensas Áreas Marinas Protegidas en los caladeros de pesca”.
Llamado a las autoridades
Desde la Cámara de Armadores entienden que si la Argentina y aquellos países con una industria pesquera fuerte no negocian correctamente el texto, podrían verse afectados millones de personas que dependen económicamente de la actividad.
“Confiamos en que nuestra Cancillería y demás autoridades en materia pesquera, como la Subsecretaría de Pesca y el Consejo Federal Pesquero, estén a la altura de las circunstancias y no pongan en jaque al desarrollo pesquero argentino”, concluyó García Luchetti.