Con el propósito de sostener un estándar de calidad en la producción, el Grupo Moscuzza continúa renovando sus herramientas de trabajo. La última apuesta de la firma es el “Nina”, un arrastrero de 39,9 metros de eslora y 11,1 de manga.
El nombre de la embarcación se vincula con el de la nieta del presidente de la empresa, José Moscuzza.
La unidad fue construida en el astillero Armon, de Vigo, España. Según pudo saber Pescare.com.ar, se incorporará por estos días a la flota de la empresa tras haber atravesado las correspondientes pruebas de mar y de equipos de pesca en la rada de Vigo.
El tercero de la serie
Un recorrido similar ya había travesado el “José Américo”, el “José Marcelo” y el “Graciela I” en los últimos dos años. El objetivo de la firma es ofrecerle al mercado un producto de óptima calidad que conserve los atributos naturales de nuestro mar.
En esa búsqueda, asoma la última tecnología disponible tanto en materia de propulsión, equipos electrónicos, guinches y demás instrumentos de pesca.
Además, la iniciativa pretende poner a disposición mejoras en las condiciones de seguridad a bordo, al ofrecer un entorno operativo “amigable” con las buenas prácticas laborales.
Importante inversión
Moscuzza exhibe hoy una flota de trece buques: cuenta con tres fresqueros, cinco tangoneros congeladores, tres congeladores arrastreros y dos poteros. Estas unidades le permiten contar con una variada oferta de especies al mercado durante todo el año.
Se estima que la inversión del «Nina» ronda entre 8 y 10 millones de dólares y coincide con el cumpleaños número 100 del grupo, fundado en 1920.
El esfuerzo se traduce en una capacidad de producción cercana a las 50 mil toneladas anuales, apuntalada por una estructura productiva en tierra de 26.730 metros cuadrados, incluyendo cámara frigorífica.