Está en su última etapa el proceso que hoy le permite al Grupo Solimeno contar con una remozada y mejorada versión del «Ponte de Rande», uno de sus buques congeladores insignia.
Según el cálculo que hacen en la empresa, en los últimos meses se invirtieron 180 mil horas de trabajo sobre la embarcación, sin contar el aporte realizado por una red de talleres navales y gremios conexos.
“La programación y la dirección de los trabajos se realizaron por cuenta del equipo técnico de Solimeno. En total, intervinieron más de veintidós gremios: carpintería, herrería, calderería y electrónica, entre otros», describió Antonio Solimeno, titular de la firma, ante Pescare.com.ar.
La foto que ilustra esta nota muestra la nueva versión del puente de mando, que tuvo detrás al departamento de Ingeniería de la empresa añadiéndole tecnología. Esto incluye sondas de red, sondas de copo, además de un sistema de banda de ancha que permitirá transmitir en tiempo real el trabajo de a bordo.
Por otra parte, el corazón del buque aloja nuevos motores alemanes, con una planta propulsora central de 3.000 HP que mantendrá la potencia del barco y un generador de 1.500 kilovatios a proa.
Paralelamente, el buque exhibe una línea de frío actualizada mediante cuatro nuevos compresores, túneles de congelación y los llamados congeladores por placas.
Al mismo tiempo, fueron refuncionalizadas las comodidades para los cincuenta y cinco trabajadores que aloja la unidad. Cada uno de los camarotes tiene ahora espacio para cuatro personas.
«También tendremos nuevos elementos de seguridad, un bote de salvataje, más cuatro balsas de treinta personas cada una. El barco tendrá cobertura para 120 personas (el doble de la tripulación)», agregó Solimeno.
El armador estima que el «Ponte de Rande» volverá a operar hacia fines de enero sobre merluza hubbsi, calamar y hoki, tres de las especies que regularmente procesa a bordo. Previamente deberá atravesar las inspecciones técnicas de Prefectura.