La inestabilidad del clima generó algunas dudas iniciales; pero finalmente no impidió el acto. En la mañana de este sábado el buque “Franco José” fue botado en el astillero Federico Contessi con un interesante marco de público.
Pasadas las 11, la unidad tocó las aguas internas del puerto local. Su destino final será Rawson, en la provincia de Chubut. Los tangones sobre las bandas delatan que estará abocado a la pesca de langostino en esas aguas patagónicas.
El barco, que pertenece a Franco Vestuti, es el número 125 en la cuenta del astillero local y responde al prototipo 19 AC/TM-FV. Tiene una eslora de 20,80 metros, una manga de 6,60 y un puntal de 3,18.
Las características lo emparentan a sus antecesores, “Altar”, “Misal” y “Sagrario”, que tuvieron el mismo puerto como destino.
En este caso, obra muerta, superestructura, cabina, pórticos y demás elementos de cubierta que estarán en contacto con la captura fueron realizados íntegramente en acero inoxidable para maximizar la calidad del recurso.
Además, la embarcación contará con un sistema de agua refrigerada de mayor capacidad para darle un shock térmico al langostino antes de bajarlo a bodega.
“La pesquería de langostino fresco de Rawson, con sus falencias y virtudes, ha sido un ejemplo de cómo aprovechar la potencialidad de un recurso natural, industrializándolo, generando empleos genuinos en tierra, renovando la flota con buques construidos en el país; en definitiva haciendo participar de la renta pesquera a la mayor cantidad de argentinos”, definió el directivo Domingo Contessi.
El “Franco José” se comenzó a construir en septiembre del año pasado; hace apenas ocho meses: “Es el único barco que tenemos vendido este año”, habían adelantado desde la empresa.
Sin embargo, el astillero ya construye una nueva unidad, que por ahora no tiene dueño, según expresaron. En tanto, el trabajo también está apuntalado por el volumen de reparaciones.
Como muestra, en las gradas pudieron verse a varios buques pesqueros recibiendo obras de mantenimiento y mejoras: el “Don Nicola”, “El Faro” y el “Hampón”, entre ellos.
Defensa de la industria
A la hora de ampliar la mirada, el discurso de Contessi ensayó una defensa de la industria naval argentina: “La industria naval no quiere volver a ser un mero espectador de la importación de barcos del extranjero. No queremos que parte de la renta pesquera quede en manos de astilleros foráneos, o peor aún, de un broker de barcos usados”, dijo.
Luego, continuó. “Queremos y podemos participar de la renovación de todo tipo de barcos y no sólo costeros. Por ello, le hemos planteado a las nuevas autoridades que como primer medida apliquen una política de incentivos a los armadores que opten por la industria nacional y que como contrapartida se desaliente la importación de buques”.