Representantes de la Cámara de Frigoríficos Exportadores de la Pesca (Cafrexport) participaron de un taller realizado en el Consejo Federal Pesquero que también integró a sus pares de la Unión de Intereses Pesqueros Argentinos (Udipa).
El encuentro sirvió para analizar el marco normativo que rige la actividad; sobre todo, el impacto que tiene en el trabajo de las plantas de procesamiento en tierra y en la propia flota.
“De nuestra parte, fuimos a exponer fundamentalmente el problema que significa la falta de materia prima que tenemos durante los meses en los que los barcos salen a pescar langostino”, apuntó el presidente de Cafrexport, Fernando Mellino.
En diálogo con Pescare.com.ar, el empresario señaló la conveniencia de empezar a pensar en 2019, teniendo en cuenta que la zafra en aguas nacionales está avanzada y con las reglas de juego ya establecidas para esa y otras pesquerías.
Relación merluza/langostino
A propósito de cómo se modifica el tablero productivo, los titulares de plantas también fueron a buscar explicaciones por la reposición del sistema que le permite a los armadores poner a disposición de un fondo parte de la cuota de merluza que no van a pescar.
El mecanismo de devolución, habilitado por la Resolución 10/2018, en general fue bien recibido en las cámaras que agrupan a los armadores, incluida Udipa y la Cámara de Armadores de Buques Pesqueros de Altura.
“Por ahí, si no existiera este mecanismo el barco vuelve un mes antes de la temporada y se dedica a pescar merluza; pero nos explicaron que algunos que fueron a langostino no tienen tanta cuota de merluza como pensábamos. Cuando vuelvan la van a pescar”, reconoció Mellino.
De todas maneras, agregó que desde su punto de vista es necesaria la búsqueda de equilibrios: “Un frigorífico no puede trabajar con intermitencias. Los costos se elevan, se generan cortocircuitos con el personal (…) Hay que buscar una forma para trabajar todo el año”, dijo.
El empresario aclaró particularmente que no se trata de prohibir la movilidad de las embarcaciones entre pesquerías, sino de aplicar incentivos para sostener la diversidad de especies en los muelles y el corte en las mesas.
Reintegros a las exportaciones
Sin embargo, la reciente baja de los reintegros a las exportaciones sobre los recursos con valor agregado implicó un retroceso. Estiman que para el filet de merluza quedará en torno al 2 por ciento, cuando en el último año había superado el 10 por ciento.
“Con este sistema de trabajo se afecta el circuito de tierra y después cuando los barcos vuelvan no tendrán a quién venderle”, alertó Mellino. Por su parte, los consejeros se comprometieron a buscar alternativas superadoras.
En la cámara buscan evitar los baches productivos que genera la temporada de langostino en las plantas locales de procesamiento.
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