De acuerdo a lo que muestran se trata de unas 350 naves que se desplazan desde el océano Pacífico hasta el Atlántico con el objetivo pesca calamar de pequeño tamaño.
El gobierno de Gabriel Boric hizo pública la información ya que el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura chileno, junto con la Armada, se encuentran vigilando la navegación y las actividades de una extensa flota de barcos chinos en los caladeros de pesca antárticos y pacíficos.
La directora general de SERNAPESCA María Soledad Tapia comentó en una conferencia de prensa en la ciudad de Valparaíso que “estamos fiscalizando la flota china que ya tradicionalmente se mueve por esta zona en este período del año. Se trata de acerca de 350 naves que se desplazan desde el océano Pacífico hacia el océano Atlántico y viceversa, en busca del recurso pota. Desde que iniciamos fiscalizaciones conjuntas con la Armada no se han detectado naves de bandera extranjero dentro de nuestro Zona Económica Exclusiva. El monitoreo es un trabajo que hacemos diariamente y, durante el mes de abril, hemos registrado 61 naves que se encuentran en tránsito hacia su nueva zona de pesca, y resulta altamente probable que en los próximos días dicha cantidad aumente”, sostuvo tapia ante la agencia de noticias española EFE.
Para realizar la pesca de ese calamar, los buques chinos cruzan por la zona económica exclusiva y áreas marinas protegidas por Chile, y de ahí que la vigilancia la realizan a través de un sistema de monitoreo satelital y de una red de avistamientos, con la ayuda del Servicio de Búsqueda y Salvamente de la Armada chilena.
A raíz de esta situación las autoridades del vecino país, definieron como su objetivo principal el verificar que no se efectúen bajo ninguna circunstancia actividades extractivas de naves extranjeras en aguas chilenas, advirtiendo que de constatarse procederá a adoptar las medidas legales correspondientes.
Chile señaló que se ahondarán los esfuerzos para verificar las operaciones que realizan las flotas en alta mar se ajusten a las medidas de conservación establecidas por los organismos regionales de pesca chilenos, para resguardar los intereses marítimos nacionales y asegurar una pesca sustentable para prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.
Desde medios chilenos señalaron que las advertencias sobre las flotas chinas en la costa Antártica no son cosa nueva ya que diferentes Organizaciones No Gubernamentales chilenas e internacionales llevan años denunciando la abundancia de estos barcos pesqueros -que en ocasiones también llevan banderas de otros países- y cuyas actividades en esta zona es la causa principal del deterioro de la fauna y la flora marítima en el estrecho de Magallanes, según remarcaron.
Por su parte, expertos advirtieron que la sobreexplotación de estos caladeros no permite a peces y mamíferos -entre ellos las ballenas- acercarse a las costas chilenas y argentinas, lo que rompe con la cadena alimentaria propia del océano y pone en riesgo la pureza y salud de una de las aguas más prístinas del mundo.