Con fondos y estructura del sector privado, se inició el relevamiento de langostino. El foco estará puesto en las áreas comprendidas entre los paralelos 43° 00’ S y 45° 00’S, al oeste de 064° 00’W y entre 45° 00’ S y 47° 10’S, al oeste de 065° 00’W.
La campaña se realiza desde el “Bogavante Segundo”, que en las últimas horas zarpó desde Ingeniero White. Su tripulación intentará que el buque comercial se comporte como uno científico. El objetivo principal es verificar la presencia de langostino accesible y vulnerable a la red tangonera.
Con personal científico y técnico del Inidep a bordo, también se buscará analizar la distribución espacial de las hembras maduras y de las hembras impregnadas para la estimación de índices de fecundidad, maduración ovárica y talla de primera madurez.
El instituto informó que el crucero demandará aproximadamente quince días de trabajo y que tiene como jefe científico a Juan de la Garza, integrante del Programa de Pesquerías de Crustáceos Bento-Demersales.
“La campaña nos va a dar la foto de cómo está el langostino y, además, compararlo con lo que vimos el año pasado”, enfatizó De la Garza días atrás en contacto con Pescare.com.ar. Esos paralelismos irán trazando una serie histórica, de importancia para el análisis.
Pero principalmente la información que se obtenga será vital para trazar la futura temporada de pesca, que aún no tiene fecha de inicio dentro de la Zona de Veda Permanente de Merluza (ZEE). Algunos tangoneros sí comenzaron a operar fuera de ella, a la altura del paralelo 41°.
Mientras tanto, los desembarques registrados entre el 1° de enero y el 7 de marzo treparon hasta las 26.877 toneladas, según datos de la Subsecretaría de Pesca de la Nación. El volumen obtenido retrocedió aproximadamente un 21 por ciento respecto a igual período de 2017.
Desde el “Bogavante Segundo” se buscarán evaluar las concentraciones del recurso en áreas ubicadas entre los paralelos 43° y 47°.