En España manifiestan una gran decepción tras los resultados de la campaña de anchoíta, que finalizó el pasado 30 de junio, calificándola de “insatisfactoria y poco equilibrada”.
Los armadores del Norte de España fueron bajando sus expectativas y transitando la zafra de mayor a menor, tras un inicio algo más animado y prometedor durante los primeros días de abril, cuando las descargas apuntaban a buen tamaño, calidad y cantidad.
Al promediar la primer quincena de mayo, ya las concentraciones fueron notoriamente menores y los tamaños apenas con valor comercial.
La finalización de la zafra el 30 de junio, termino siendo muy mala, con un promedio general de menor calidad y tamaño que el 2021.
“ El sector de conserveros españoles lamentan que este año también continúe con la misma tónica del año anterior, ya que la anchoíta, sigue siendo de menor tamaño al punto que un 70% no sirven para el filete en conserva ”.
Se capturaron más de 21.000 toneladas pero se sigue demandando esta materia prima para poder trabajar y mantener abiertas las empresas.
Las conserveras han llegado a pagar hasta € 9.00/kg y muchos compradores aún están molestos por la prohibición de pesca de lunes y viernes, limitando la disponibilidad de esta pelágica.
Hoy, sobre los muelles del norte de España existe una gran demanda pero escasa disponibilidad de un mercado limitado a 30/40 piezas por kilo, lo que provoca discordia presionando al ente de pesca, un cambio radical en la gestión de los caladeros, al constatar “la escasa sostenibilidad del modelo actual que prima las capturas pequeñas” según el propio ente que nuclea a los conserveros.