Houssay nació en Buenos Aires el 10 de abril de 1887 y falleció el 21 de septiembre de 1971. Ya en como estudiante en el colegio secundario se destacaba y con tan solo 13 años terminó su bachillerato en el Colegio Nacional Buenos Aires. A los 17 ya tenía titulación como farmacéutico y a los 23 se había convertido en médico. Prácticamente un caso único en todo el mundo.
Diversos fueron los trabajos que realizó –muchos de ellos publicados- como por ejemplo “Acción Fisiológica de los Extractos Hipofisarios”, labor que le valió el prestigioso Premio Nobel, distinción internacional que cada año reconoce a personas o instituciones que hayan desarrollado descubrimientos, investigaciones o contribuciones que sean notables para la humanidad.
En el año 1934 el destacadísimo científico le dio forma a la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias, con la que pretendía conseguir el financiamiento para que los científicos argentinos pudieran desarrollas sus investigaciones con más tiempo y con resultados precisos.
Las acciones y los trabajos de Houssay hicieron que nuestro país cobrara mayor notoriedad a nivel mundial, posicionando a la Argentina y otorgándole el título de: “Tierra de científicos”.
Las obras fueron traducidas a varios idiomas como inglés, francés, portugués e italiano, marcando así no sólo su carrera personal –con el galardón como premio Nobel en Fisiología y Medicina en 1947- sino que abriendo puertas para otros científicos, como ocurre hasta el día de hoy.
Varios científicos se nutrieron de los conocimientos de Houssay, tal el caso de Luis Federico Leloir, el que en 1970 también fue distinguido con el Premio Nobel, en este caso en el área de Química.
Hoy, en medio de polémicas y despidos, la Argentina continúa con los diversos trabajos que ofrece el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), como lo hace desde 1958, con tareas que desarrollan becarios, doctores, técnicos, investigadores, donde casi treinta mil personas continúan con la obra de Houssay luego de sesenta y seis años de su creación.
También conmemoran su día muchos de los trabajadores que hoy revisten en el INIDEP. Trabajadores muchos de ellos que están abocados a estudiar la explotación y el cuidado del recurso pesquero, tanto en el propio Mar Argentino o en sus laboratorios, aportando datos estadísticos a través de su conocimiento.
Lejos de evaluar acciones, desde esta Editorial reconocemos y saludamos a los científicos argentinos en su día, tanto aquellos que se desempeñan en el ámbito público como en el privado, donde el avance de la tecnología ha permitido investigaciones sin igual y que son más valoradas fronteras afuera que dentro mismo de nuestro país, apostando y aportando capitales para nuevos desarrollos.
PESCARE saluda y reconoce en su día a todos los científicos, en especial a aquellos que por cercanía comparten la misma actividad a la cual nos referimos a diario, principalmente por sus estudios, dedicación, compromiso y responsabilidad cuyo norte lleva a encontrar el máximo punto de explotación de los recursos vivos del mar argentino pero con los estándares de sostenibilidad que permitieron en los últimos años, desde FAO hayan reconocido en ser el único caladero del mundo que crece, cuando el resto han desaparecido o tienen curvas que llevarán a su desaparición, en una compleja simbiosis entre la investigación y la pesca comercial.
Como también es menester destacar la actividad de aquellos, que desde la actividad privada y con menos exposición mediática que la vivida durante la pandemia de COVID-19 a lo largo del los años 2020 y 21, como el caso del Dr. Santiago Fares Taie; trabajando diariamente bajo las premisas de excelencia, calidad, respeto por la vida y compromiso social para producir información bioquímica valiosa que sirva para diagnosticar, evaluar, clasificar y monitorear tratamientos adecuados para el paciente, teniendo como meta la promoción de la salud y la identificación de los factores de riesgo.
“No dejemos estatuas, placas, premios, calles o institutos cuando muera. Mi voluntad es que no se haga nada de eso. Mis esperanzas son otras. Deseo que mi país contribuya al adelanto científico y cultural del mundo actual, que tenga artistas, pensadores y científicos que enriquezcan nuestra cultura y cuya obra sea beneficiosa para nuestro país, nuestros compatriotas y la especie humana.” (Dr. Bernardo Houssay 1887-1971)