Nuevo, complejo y grave inconveniente para la pesca en Europa. Una de las medidas de mayor impacto de los últimos años tiene que ver con un desmesurado proteccionismo ambientalista.
Desde Bruselas soplan vientos de cambios en la modalidad y el concepto de la pesca basado en un sistema decididamente sobre dimensionado.
El ambientalismo, la era verde y la sobre protección al medio ambiente impactan en el desarrollo de un sector pesquero, que ademas de generación de puestos de trabajo y divisas para aquellos países, genero el desarrollo de familias enteras que viven de esta actividad.
» Al cerrar el acceso a las artes de pesca de fondo al 17 por ciento del área entre 400 y 800 metros de profundidad en aguas comunitarias del Atlántico Nororiental, estamos cumpliendo nuestro compromiso de proteger y restaurar la vida marina «, explicó el comisario de Pesca, Océanos y Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius.
La decisión implica prohibir el acceso a la pesca de arrastre a una superficie de 16.419 km² de reservas para la protección de ecosistemas marinos vulnerables por debajo de los 400 metros, lo que presenta el 1,16 por ciento de las aguas comunitarias en el Atlántico Nororiental. (Para tener una idea comparativa de esos 16419km² es el equivalente a las subáreas de langostino 4-5 y 7).
Por un lado, la pesca refuta con hechos incontrastables que demuestran que en el tiempo el impacto en el medio ambiente esta directamente relacionado con el manejo de los caladeros y con otras variables que nada tienen que ven con la modalidad del arte de pesca utilizado. Desde el lado del medio ambiente desean justificar y penalizar la pesca de arrastre porque entienden que la merma en los caladeros tradicionales tiene relación directa con esa modalidad.
Lo concreto es que la Comisión Europea ya ha puesto fecha al cierre oficial de la pesca de fondo dentro de los 400 metros en 87 áreas de Portugal, España, Francia e Irlanda. Será el 9 de octubre, una vez transcurridos 20 días desde la publicación de la medida en el Boletín Oficial de la Unión Europea. El Reglamento de Ejecución se publicó el lunes pasado.
El cierre de estas 87 áreas de pesca entrará en vigor con el rechazo del Gobierno de España y las xuntas de cada puerto pesquero. Mientras que desde el sector pesquero, intentaran persuadir que el efecto será contraproducente con las comunidades, industrias y ciudades que han desarrollado su crecimiento gracias a la pesca, y que de terminar con un oficio como la pesca de arrastre, tendrá un impacto mayor en la gente que en el beneficio en el ecosistema marino.
España, Francia e Irlanda sumarán esfuerzos para en forma certera puedan convencer a la comisión de Bruselas para que revise la medida y tome nuevos informes de referencia, privilegiando el bienestar de la sociedad por encima de un posible impacto aun no demostrado.
Por otro lado, el sector de la pesca de esos países, en forma particular, están empujando a los legisladores y representantes del pueblo en la Camara de Diputados para que la queja sea también desde el punto de vista Legislativo y se llegue a comprender el impacto en las estructuras empresarias y sociales del sector.
Uno de los argumentos mas contundentes por parte del sector pesquero es precisamente la debilidad de la Comisión de Bruselas en cuanto al argumento biológico y científico hacia la inadecuada aplicación de ese estudio. Los gobiernos insistirán que hay informes biológicos, batimétricos y científicos que pueden ser superadores de los que han tomado como referencia en dicha Comisión. Así, el Gobierno expresa “ que en algunas zonas del golfo de Cádiz podrían ser excluidas del cierre y pone en evidencia no tiene sentido incluir al palangre de fondo entre las artes prohibidas en estas áreas porque apenas tiene impacto sobre los ecosistemas marinos vulnerables “
Se esperan para los próximos días, importantes reuniones para parar esta embestida del sector proteccionista, que tiene que ver más con un impulso del lobby ambientalista que con la propia defensa del ecosistema marino.
El dramatismo va en aumento debido que aun no se puso en balanza los costos y beneficios de esta embestida de la Comisión de Bruselas hacia los pueblos pesqueros de España, Francia e Irlanda que bien podrían ser la punta de lanza para otras comunidades.