El último 28 de noviembre el buque carguero “Tai Knighthood” de bandera liberiana, cargado con más de 20 mil toneladas de soja rozó el morro de la escollera norte de Quequén. Aún no pudo continuar su derrotero hacia Singapur.
Según fuentes consultadas de capitanes que han trabajado sobre el puerto de Quequén, nos indicaba que sobre el morro de la escollera norte, hay piedras de basamento del muelle, estaa marcado en la carta como bajo fondo y además siempre se deja una distancia de seguridad que depende del calado del buque en cuestión, hacerlo mas alejado. Es evidente, fue una pésima maniobra, aun si soplara el viento sur, derivando, hay que buscar por barlovento a estribor, para evitar ese escollo.
Por lo pronto, continúa fondeado frente a las costas del partido de Necochea a la espera de la autorización para seguir con su viaje, ya que la empresa armadora debe presentar un plan de reparación, por lo que no está autorizado a navegar.
Si bien se encuentra estable y fondeado a unas 3 millas de la costa, tras el incidente que le produjo daños en su casco, desde Prefectura Naval Argentina se están evaluando las condiciones que posee la embarcación y así determinar si el buque podría volver al puerto de Quequén y si están los márgenes de seguridad bajo quilla que son necesarios para el reingreso.
Fuentes cercanas aseguraron que la empresa armadora se encuentra evaluando además la posibilidad de trasladar el buque a algún puerto brasileño (podría ser Santos) o bien al puerto de Montevideo, en el Uruguay, para poder realizar la descarga y además reparar el rumbo que tiene el barco sobre su proa, tras el impacto con la escollera norte de Quequén.
Ocurre también que ahora ha surgido otro problema, al menos si la intención de la empresa responsable es llevarlo a Uruguay, ya que el puerto de Montevideo –amplio por cierto- no está operativo al 100% debido a un accidente que se produjo en las últimas horas y del cual también dimos cuenta a través de PESCARE.
La Autoridad Marítima por estas horas continúa aún desde el día del incidente con las investigaciones para poder determinar las causas que llevaron a la embarcación de 229 metros de eslora y 39 de manga y que provocaron el impacto que afortunadamente no revistieron heridos ni víctimas fatales, en tanto que en la ocasión había informado oficialmente que el buque granelero “sufrió una rozadura por debajo de la línea de flotación en proa/babor con ingreso parcial en el doble fondo con situación controlada”.
Además la PNA informó que se están realizando las inspecciones técnicas de rigor en lo relacionado a la parte estructural del casco del buque, al equipamiento técnico de seguridad y a los procesos internos.
El propio Consorcio de Gestión del Puerto de Necochea había informado en su momento que “tras dos días de carga en el giro 3 y finalizadas las operaciones a las 19:15, el buque comenzó su desamarre a las 22:20 del lunes 28 de noviembre con destino a China.
Con las 47.500 toneladas al ingreso del buque más las 25.100 toneladas de soja embarcadas en Puerto Quequén, zarpó con una carga total de 72.600 toneladas.
Se logró cerrar compuertas de bodegas para evitar filtraciones de agua. La tripulación se encuentra a salvo y en buen estado de salud. Se evalúa la posibilidad del ingreso para una posible reparación”.