El Gobierno noruego está decidido a consolidar su presencia en los principales mercados pesqueros del mundo, con un enfoque particular en Asia. La ministra de Pesca y Océanos, Marianne Sivertsen Næss, recientemente visitó Japón y Corea del Sur con la intención de fortalecer las relaciones y asegurar futuras inversiones en el sector pesquero de Noruega. Este viaje sigue una línea estratégica tras la declaración conjunta firmada hace seis meses entre el Primer Ministro noruego, Jonas Gahr Støre, y su homólogo japonés, Fumio Kishida, para una cooperación más estrecha en áreas como el comercio de productos del mar y el transporte marítimo ecológico.
La visita de la ministra Næss a Corea del Sur resultó en la firma de un acuerdo de cooperación en productos del mar con el ministro coreano de Pesca y Océanos. Este acuerdo busca no solo aumentar las exportaciones noruegas de bienes y servicios marítimos, sino también fomentar una comprensión más profunda de los desafíos que enfrentan las importaciones noruegas. La ministra enfatizó la importancia de mantener y fortalecer la posición de Noruega en estos mercados cruciales, destacando que Corea del Sur y Japón son esenciales tanto para el sector marítimo como para los productos pesqueros noruegos.
Es imperativo reconocer que la competencia en estos mercados es feroz y que la cooperación regional es clave. Japón, Corea del Sur y China han reanudado recientemente su diálogo trilateral en Seúl, donde se comprometieron a acelerar las negociaciones para un acuerdo de libre comercio de alta calidad y a ampliar la cooperación en áreas como el cambio climático y el intercambio de estudiantes.
Esta dinámica regional subraya la necesidad de que Noruega mantenga una estrategia proactiva y de alto nivel para proteger sus intereses y promover sus productos en estos mercados vitales.
Una buena y destacadísima idea de un Estado presente. El que sirva para abrir mercados, para bajar aranceles de ingresos a otras comunidades, el que aliente y potencie marcas en los principales mercados de consumo sofisticado, algo que para argentinos, lamentablemente quedó muy lejos.
acá el Estado está presente solo a la hora de exigir ingresos, de repartir utilidades y de distribuir riqueza privada sin ninguna contraprestación de servicio. Con la esperanza que la nueva Ley Bases sea un nuevo paradigma en la relación Estado-Capital privado, se abre una nueva instancia, aunque las expectativas siguen siendo la convivencia entre un Estado todopoderoso y aspirador contra la actividad privada. Aunque como reza el dicho popular, la esperanza es lo último que se pierde. ¡Qué lejos estamos del mundo.!