Cerca de tres mil personas se congregaron en cercanías de la plazoleta Almirante Brown, popularmente conocido como “los lobos de la Rambla”, donde manifestaron su rechazo a la exploración petrolera a 200 millas de la costa marplatense.
Miembros de organizaciones como la Corriente Clasista Combativa, MTS, Greenpeace, Izquierda Unido y Polo Obrero, a las 17 del martes cortaron el tránsito vehicular en el Boulevard Marítimo Peralta Ramos desde la calle Arenales hasta Moreno, en cercanías del Casino Central.
Algunos de los desprevenidos turistas se sumaron con aplausos a la manifestación, muchos de ellos preguntando de que se trataba.
Los manifestantes debieron ocupar solamente la calzada costera ya que el sector de la plazoleta se encontraba vallado y con 20 efectivos del cuerpo de infantería de la policía de la Provincia de Buenos Aires munidos con canes antidisturbios.
La manifestación que no registro incidentes más allá del fastidio de varios automovilistas que reclamaban que a 200 metros alguien del Departamento de Tránsito podría haberles comunicado lo que ello ocurría, a la vez que otros hacían sonar sus bocinas en señal de acompañamiento de lo que allí se estaba manifestando.
Las consignas y los cánticos, además de carteles alusivos, estaban claramente dirigidos hacia el Ministro de Ambiente Juan Cabandié mientras que lo más resonante y al unísono fue: “No a las petroleras”.
En la manifestación no hubo ningún orador oficial y solo accedieron a hablar de manera informal algunos manifestantes que esgrimían remeras de “No a las petroleras” “El mar es argentino” y “Violencia es comer animales”.
Tras una hora y quince minutos de hacerse escuchar, los manifestantes se trasladaron unos metros hasta las puertas del Casino Central donde continuaron con su protesta, ante ya algunas quejas de turistas y vecinos que deseaban circular, tornando caótico el tránsito vehicular en el centro de la ciudad, principalmente en las calles Entre Ríos y Corrientes desde Avda. Pedro Luro hasta Avda. Colon.
Dos hechos llamativos, fueron un cartel desafiante que mostraba » Si hay petroleras, hay molotov», como si las bombas incendiarias fuesen pro ecología y la otra situación, algo mas, ilustrativa, fue que en la vereda de la plazoleta, derramaron un líquido negro simulando petróleo, donde cuatro mujeres vestidas con traje de baño (una de ellas, dejando su torso al descubierto), se arrojaron al piso para impregnarse de ese líquido y así mostrar cómo quedaría la gente y los animales según decían.
Por Gustavo Seira