En un contexto donde la industria pesquera enfrenta desafíos económicos y laborales, los gremios del sector han manifestado la necesidad de reacomodar los salarios para garantizar condiciones laborales justas y sostenibles sin perdidas de poder adquisitivo como lo hicieron durante el año 2023, donde el IPC durante el ejercicio alcanzó el 276% de deterioro, mientras el incremento al bolsillo del trabajador fue del orden del 210%.
Los números son claros, y es lo que el sector liderado por Cristina Ledesma desea recomponer. Ya desde el lunes pasado, los primeros síntomas de agotamiento se manifestaron en la mayoría de las plantas procesadoras formales, (las informales trabajaron a pleno, algo que nos ocupamos de investigar con nota para los próximos días).
Por el lado de los armadores, la situación por demás crítica y sabida, la caída de demanda y precios internacionales, y un Tipo de Cambio anclado al 2% mensual de actualización con un marco inflacionario del 45% en 3 meses, queda más que claro que el rumbo es hacia las piedras.
Las organizaciones representativas de trabajadores y empleadores han destacado que el panorama actual de la actividad pesquera ha sido condicionado por diversos factores, que incluyen fluctuaciones en los precios de los productos, regulaciones gubernamentales y desafíos medioambientales.
En este sentido, los gremios han enfatizado la importancia de revisar y ajustar los salarios para reflejar adecuadamente las condiciones del mercado y asegurar la estabilidad financiera de los trabajadores. Asimismo, han subrayado la necesidad de promover un diálogo constructivo entre todas las partes involucradas para encontrar soluciones que beneficien tanto a los empleados como a las empresas.
Se espera que estas negociaciones y discusiones entre gremios y Cámaras empresarias conduzcan a acuerdos equitativos que impulsen el desarrollo sustentable de la industria pesquera y garanticen el bienestar de sus trabajadores en el futuro, hechos que desde esta redacción vemos con cierta dificultad. Las diferencias con el SOIP son sustanciales, mientras que se le suman otros gremios de marinería, como el caso del SICONARA, ayer por la tarde llevando adelante una demora en la zarpada de buques como consecuencia de realizar una asamblea el día miércoles próximo a las 11:00hs.
Por el momento, la parálisis en los muelles de Mar del Plata es total, ayer ¿se escapó? del régimen impuesto, el BP Andres Jorge ante la perspicacia y dudas entre los parroquianos que hoy por la mañana temprano dialogaban en el tradicional Bar de armadores.