En un puerto complejo como el de Mar del Plata, donde predomina la actividad pesquera por peso económico y volumen; pero que también incluye a la industria naval y a toda una red de servicios asoma clave la integración.
El tema fue eje de un encuentro virtual realizado días atrás en la sede de la UTN. El evento fue impulsado por la Asociación Bonaerense de la Industria Naval (ABIN) en conjunto con estudiantes. Un amplio abanico de actores se sumó a la iniciativa.
Participaron el ex presidente del Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas, Oscar Fortunato; la presidenta de SPI Astilleros, Sandra Cipolla; el presidente del Consorcio Portuario; Gabriel Felizia; y el vicepresidente de la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera, Juan Greco.
A ellos se sumaron representantes de gremios, consejos profesionales, del cluster alimenticio, y de energía. Hubo cuatros paneles temáticos dedicados a industria pesquera, puertos y desarrollo; industria naval/metalmecánica y situación socio-laboral.
“Fue una experiencia muy enriquecedora, donde pudimos intercambiar ideas (…) Estamos convencidos de que la integración nos permite generar alternativas de innovación tecnológica y desarrollo productivo”, evaluó Cipolla tras la reunión.
La necesidad de ver al puerto como un parque industrial, una plataforma de trabajo que estimule la inversión y facilite el crecimiento del sector, fue otra de las coincidencias. Cipolla y Fortunato hablaron de apuntalar lo que entienden es un “cluster productivo”.
Eficiencia en la operatoria
En la estación marítima local anualmente se descargan más de 360 mil toneladas de pescados y mariscos. Aún con las dificultades que impone la coyuntura, la capacidad de procesamiento instalada es la más importante del país. Al mismo tiempo, aquí se construyen y reparan buques de todas las esloras
Apuntalar el crecimiento, claro, demanda mejoras en la infraestructura, nuevos muelles, más servicios, y seguir retirando buques inactivos, de manera que la operatoria sea más ágil y menos costosa para los usuarios. Allí se impone la sinergia entre lo público y lo privado.
Ir hacia una terminal más eficiente para reforzar el trabajo y la demanda de empleo; sobre todo en una ciudad con altos índices de desocupación, oficia de norte.