La corta zafra de corvina y pescadilla 2020 en zona fluvial encuentra continuidad por estos días un tanto alejada de la Bahía de Samborombón. La flota costera encuentra buena respuesta del recurso en áreas cercanas a Mar del Plata.
Según el detalle ofrecido por el gerente de la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera, Sebastián Agliano, unos seis barcos de la ciudad participaron de la temporada desde el puerto de General Lavalle; pero ya están de regreso, un poco atraídos por el corrimiento de las marcas.
En la decisión también pesaron las complicaciones operativas en las terminales del norte de la provincia de Buenos Aires a raíz de la pandemia.
“Para ellos fue una zafra bastante corta. Hoy estamos viendo bastante abundancia de la especie en una zona cercana al puerto de Mar del Plata, apuntó el dirigente ante la consulta de Pescare.com.ar.
Condiciones de acceso
De todas maneras, recordó que debería imponerse un giro de timón en la política provincial respecto de la apertura y cierre de la zafra, buscando que las condiciones sean equitativas para flota argentina y uruguaya en el marco de la Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo.
“Más allá de que este fue año atípico, venimos reclamando que podamos pescar cuando Uruguay pesca o la inversa: que Uruguay no pesque cuando nosotros paramos en base a un criterio biológico, para cuidar la salud del recurso”, pidió Agliano.
De acuerdo a datos de la Subsecretaría de Pesca de la Nación, en términos globales, se llevan desembarcadas 22.362 toneladas de corvina, un dos por ciento más que en el mismo período de 2019. El pico se dio entre julio (6.413 t.) y agosto (6.279 t.)
La flota de rada/ría volcó sobre los muelles 11.544 toneladas; los costeros, 10.328 toneladas y la flota fresquera de altura, 489,4 toneladas.
Tamaños y demanda
“El calibre que se está dando acá afuera de Mar del Plata es bueno. Estamos hablando de un recurso que hoy está arriba de 1.000 up; aunque la demanda internacional está contraída. Hoy lo que nos están pidiendo va de 300 a 800/900 up”, apuntó Agliano.
Los pedidos que provienen básicamente del mercado africano: Camerún, Angola y Nigeria, entre otros destinos tradicionales para el producto.
Entre enero y julio, según datos del Indec, se exportaron 7.357 toneladas de corvina por 10 millones de dólares. El volumen mermó un 8,4 por ciento, mientras que las divisas generadas por la especie cayeron un 15,2 por ciento.
La baja promedio del 7,5 por ciento en el precio de la tonelada (1.360 dólares) explica esos números y de alguna manera el reflejo en el muelle.
“Que los frigoríficos no estén levantando mercadería nos demora un poco los viajes de pesca; pero a diferencia de otras industrias, estamos agradecidos de poder seguir trabajando (…) Otros barcos ya armaron para anchoíta”, agregó Agliano.