El invierno de 2025 dejó una marca indeleble en la principal pesquería del país.
Entre el 1 y el 21 de julio, a bordo del BIP Víctor Angelescu, el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) llevó adelante su campaña invernal de evaluación del langostino (Pleoticus muelleri) en el Golfo San Jorge, el litoral de Chubut y las aguas nacionales adyacentes.
El Informe Técnico Oficial Nro. 033/25, firmado por los investigadores Paula Moriondo Danovaro, Juan de la Garza y Emiliano Pisani, ofrece una radiografía tan precisa como inquietante; la biomasa total del recurso cayó un 28,8 % respecto a 2024, y la abundancia de individuos disminuyó un 17,3 %.
El mismo, manifiesta que “la reducción de biomasa fue significativa a nivel general, atribuida a la menor presencia de ejemplares grandes en el litoral”, señala el informe haciendo referencia principalmente a zonas de aguas someras.
El litoral norte, epicentro de la merma
La zona del litoral norte de Chubut, históricamente considerada el corazón reproductivo del langostino adulto, mostró una drástica caída de capturas: el 70 % de los lances realizados resultó negativo, frente al 27 % del año anterior.
Este retroceso coincide con la fuerte presión extractiva ejercida durante la temporada 2024/2025, cuando la flota amarilla de Rawson alcanzó un volumen récord de 103.000 toneladas, el más alto de la serie reciente, confirma el informe.
Los investigadores advierten que esta reducción no sólo implica menos ejemplares, sino una pérdida estructural; los individuos adultos —mayores de 30 mm de cefalotórax— son los que garantizan el recambio generacional y sostienen la productividad del ecosistema. Su disminución erosiona la capacidad reproductiva y la estabilidad del stock.
Una población joven, promesa y riesgo
El análisis de la estructura de longitudes revela una población dominada por pre-reclutas y reclutas pequeños (11–24 mm LC), con una moda principal en los 24 mm.
La abundancia de juveniles parece vincularse a la intensa reproducción observada en la campaña estival previa, cuando se registró una proporción récord de hembras desovantes.
Sin dudas, “el éxito reproductivo observado podría generar un alivio temporal, pero sin adultos suficientes, la capacidad de recuperación del recurso queda comprometida”, advirtió una fuente del INIDEP consultada por este medio.
En términos ecológicos, el Golfo San Jorge sigue cumpliendo su rol como área crítica de reclutamiento, pero el equilibrio entre renovación y madurez se muestra cada vez más frágil.
El langostino argentino es un símbolo de prosperidad económica, sostiene miles de empleos directos e indirectos y representa más del 40 % del valor total de las exportaciones pesqueras argentinas.
Sin embargo, la velocidad con que la industria avanza hacia nuevos récords de captura contrasta con la lentitud de las políticas de manejo coordinado entre jurisdicciones.
El informe técnico oficial insiste en la necesidad de un enfoque integrado; “el langostino constituye una única unidad poblacional y pesquera, por lo que deben implementarse medidas de manejo coordinadas que garanticen la sostenibilidad del recurso.”
En la práctica, esto implica revisar cupos, períodos de veda, incorporación de nuevas unidades a la pesquería, multiplicadores y estrategias articuladas de esfuerzo pesquero en conjunto entre Nación y provincias.
El desafío no es menor: equilibrar la rentabilidad inmediata con la conservación a largo plazo nuevamente pone en disputa el frágil equilibrio entre sostenibilidad de la biomasa y sustentabilidad económica-productiva.
El mar advierte en silencio
Los resultados de la campaña 2025 no describen una catástrofe, pero sí una tendencia de agotamiento progresivo, una luz verde que comienza a parpadear pudiendo dar lugar a una amarilla.
El descenso de biomasa adulta, sumado a la sobreexplotación de áreas clave de reproducción y desove, marca un punto de inflexión que exige cautela y visión estratégica.
“La pesquería de langostino enfrenta un escenario en el que la prudencia debe prevalecer sobre la euforia de los récords”, resume un técnico de la Dirección de Invertebrados Marinos.
En los océanos, los colapsos rara vez se anuncian con estridencia; ocurren lentamente, mientras las cifras todavía parecen aceptables.
Esa es, quizás, la advertencia más importante de este informe: actuar antes de que el descenso se vuelva irreversible.
La campaña de 2025 no sólo aportó datos biológicos, sino una advertencia ética.
El futuro del Pleoticus muelleri dependerá menos de su capacidad natural de reproducción que de la madurez institucional con la que se administre su explotación.
En un contexto global donde la sostenibilidad ya no es una consigna sino una obligación, el langostino argentino —orgullo del Atlántico Sur— se encuentra frente a una disyuntiva crítica: seguir siendo fuente de riqueza o convertirse en símbolo de exceso e irregularidades.