Como siempre Trueba no se guarda nada en sus declaraciones, aún a sabiendas que a veces sus dichos no son políticamente correctos. Contesta, expone, da su punto de vista a veces con manifiestos que sabe que pueden ser polémicos. Le proponemos como inicio hablar sobre el Covid-19 y la actividad que han tenido respecto a este recurrente pero no menos preocupante tema.
Nosotros veíamos como algo positivo la vacunación hecha de otra manera. Una parte fundamental ha sido el Dr. Gastón Vargas, director ejecutivo de Zona Sanitaria VIII, en el caso de los buques que tenían una burbuja, que estaban alojados en un hotel, para no andar movilizando a la gente por los distintos puntos de vacunación, ya que los embarcados pueden ser vacunados “libres” de acuerdo a la resolución que sacó el Gobernador.
La idea era que se trasladara un operativo de vacunación hacia el hotel. Como este tipo de barcos tienen más de 30 personas, lo que se hizo con esto es que no se rompiera ninguna burbuja.
Los barcos que hemos tenido a prueba son el “María Alejandra 1º” y el “Xeitosiño” en estos momentos, más otros barcos que estamos viendo en estos momentos. De esta manera evitamos la saturación en algún otro punto de vacunación, como el que tenemos aquí frente a Prefectura.
¿Los armadores han pedido específicamente hacer este operativo?
Si, por supuesto. Es como todo, al ser pruebas nuevas vamos viendo cómo van funcionando. Más que nada para la primera dosis. La idea es que en Mar del Plata al menos, para agosto, estén todos vacunados. Y cuando esté disponible la segunda dosis, ya habremos aprendido que este sistema sirve. Sobre todo es más fácil para aquellos que no son de nuestra provincia o que están en burbuja en algún hotel. Siempre respetando que aquel que no se quiera vacunar que no lo haga.
¿Han armado una estadística con todos los barcos y tripulantes que arribaron con COVID positivo?
Llevamos registro de todo. Incluso yo encabezo la lista porque fui el primero en dar positivo en agosto de 2020, que por suerte no contagié a mi familia.
A partir de ahí hemos ido juntando datos y nos dimos cuenta que el virus ya había empezado a circular en el Puerto de Mar del Plata, luego la ciudad empezó a ser un foco importante de contagio y lo que se tenía miedo es que los contagios hubiesen sido desde los barcos hacia la ciudad y era justamente al revés. Desde ese mes de septiembre tenemos de todos los meses, todos los barcos, todos los casos, los positivos, los sospechosos.
Lo que puedo asegurar es que en febrero de 2021 tuvimos, en ese solo mes, la misma cantidad de contagios, que durante la sumatoria de los meses anteriores.
En un principio nos dimos cuenta que no había protocolo posible para un barco, había para todas las otras actividades pero no para un barco de pesca. Para mercantes o cruceros sí lo había, pero para barcos pesqueros no. Se comparten las zonas de trabajo, el baño, muchos lugares comunes.
Gracias a Dios que el protocolo que se armó sirvió para trabajar.
¿Hubo una merma del trabajo?
Afortunadamente no. Se armó un protocolo entre la parte sindical, la parte empresarial, las cámaras. Todos participamos. Los costeros, congeladores, fresqueros, Prefectura y el Consorcio Portuario.
Cuando fue el pico más alto no nos asustamos, solo nos alarmamos pero pudimos resolverlo entre todas las partes.
Yo soy de la idea que hay que vacunarse, pero no relajarse.
Siempre la actividad gremial está emparentada, entre otras cosas, con los salarios. ¿Cómo está hoy la situación en su gremio?
Nosotros los salarios los tenemos con una parte “dolarizada” (la de la producción) y otra “pesificada” (que serían los básicos). Como todos los años se hacen las paritarias. El año pasado se cerró en un 45% en lo que sería el período 2020.
Este año comenzamos con un 30%, y ahora se va a hacer una reapertura debido a la inflación. En este mes que entra se abre la paritaria en el sector para plantear la diferencia.
Claro que no es todo salarios, tenemos otros temas como el parque naval. Hoy en día tenemos un parque naval bastante viejo, que ya viene con barcos de la década del ’60. Son barcos que se tienen que cambiar. Hemos tenido la mala situación de tres barcos, el Sirius “viejo” como decimos nosotros, el Sirius III y el Simbad que no han podido pasar un dique, con lo cual la herramienta de trabajo no se puede utilizar. Ha habido la intención de traer un barco extranjero para trabajar, uno modelo 86 para reemplazar el Sirius III que es modelo 53, dicen que no lo han querido autorizar porque algo se ha hecho mal.
Todos pierden con esta situación: el empresario que compra un barco viejo por un permiso de pesca, el barco viejo va raleado, no se puede usar. Tengo el permiso de pesca y la gente pero me falta la herramienta de trabajo. No lo habilitan por distintos motivos, entre ellos porque viola la industria nacional. Pero la Argentina, no tiene un parque naval enorme para hacer ese tipo de barcos.
Los barcos que se botan son más chicos, van a trabajar a otra especie y todos van a trabajar a la Patagonia. Pero yo tengo un problema en Mar del Plata.
Ni Río Santiago, ni Tandanor, nos dicen: vamos a hacer 20 barcos de gran porte, de más de 50 metros, con 7000 cajones de carga para reemplazar el parque naval viejo, con un crédito.
No todos tienen la posibilidad de construir su barco afuera.
¿Cuánto dura el proceso de reemplazar un barco?
Puede durar hasta cuatro años. La gente no puede esperar cuatro años para trabajar. Para reemplazar el Sirius “viejo”, necesitas cuatro años y la gente no puede esperar ese tiempo.
El Sirius III, el Simbad, la gente se fue con su dinero, pero se perdieron las fuentes de trabajo. Y te puedo decir que detrás de esto hay 20 barcos más que van por ese destino sino hay una mesa de negociación donde se diga: “muchachos, vayamos todos por el 0km. argentino, pero hay que hacerlo de manera paulatina, porque no vamos a llegar todos”.
Ya hay dos barcos que están en dique como el Marisco II y el Sirius II, son barcos de la misma época. ¿Qué ocurre si no pasan otro dique?
¿Cómo se defiende esto desde su sector?
Mira si el “barco azul” que decimos nosotros que está en el dique flotante de SPI podría estar trabajando, pero no lo quieren habilitar por tozudez, por defender un discurso, porque si lo habilitan “me matan la industria naval argentina”. Cuando lo que ocurre es que todos los astillero están comprometidos con trabajos de acá a varios años.
Por ejemplo hasta que Solimeno no termine el barco que está haciendo no va a poder otro armador a hacer el de él. A mí se me están cayendo los barcos hoy.
Deberían hacer un régimen de importación de buques usados hasta que se pueda fabricar en serie por ejemplo. Pero mientras tanto seguimos perdiendo puestos de trabajo. Políticamente nadie da la solución.
¿La solución sería alguna legislación al respecto?
Según dicen se “agarran” de un decreto de Macri. Pero Macri ya no está. Perdimos tres tripulaciones con promedio de 20 personas en cada barco. Por cada tripulante de esos trabajan 7 en tierra. Estamos hablando de cerca de 500 puestos que se han perdido. Que no hay que ir a buscarlos. Que los tenemos acá. Si hubiesen permitido por ejemplo traer uno de afuera, un modelo 90 por ejemplo para reemplazarlo al Sirius… no hubiésemos perdido esos puestos de trabajo.
¿Quién pone esas trabas?
He hablado con el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Sr. Basterra y he hablado con “la segunda” a cargo de Industria, la Sra. Loustau, el día que vino a la inauguración de los talleres vecinos a nuestro gremio, acá estábamos firmando la desvinculación de más de 20 trabajadores, porque no teníamos barcos. Algo está mal. No hay nadie de la política que diga que esto está mal. Ojalá pudiese hablar con el presidente. Cinco minutos. El SIMAPE fue el primero en decir por qué los barcos no se fabricaban en la Argentina. El Estado mismo prefirió no hacer los suyos en el país. Acá no tenemos ni chapa. Los mismos astilleros, y me hago cargo de lo que digo, compran en Brasil a un 15% más barata.
Tenemos barcos que en cualquier momento Prefectura dice “ya está”.
Si no hacemos un debate en serio vamos a tener peores problemas que un barquito. Pero nos desangramos de a uno, hasta que empiece a desaparecer este tipo de pesca “troncal” que es la que le da la comida a Mar del Plata todos los años. Esto es la merluza fresca, que se corta y que tiene una cadena importante.
¿El “hoy” cómo es?
Se está hablando de la plataforma petrolera frente a Mar del Plata, la gente que se va al sur, todo hay que verlo desde el lugar de este Puerto. Hay que ver cómo se puede abrir la puerta para los nuevos desafíos que hay. Ya no se puede pensar como lo hacíamos hace 35 años que la pesca era solo la merluza y nada más. Hay que aggiornarse.
Se enoje quien se enoje, pero no tenemos una representación pesquera. No ven con los mismos ojos estos problemas.