Efectivos de Prefectura, a bordo del guardacostas GC-24 «Mantilla», persiguieron durante tres horas al buque chino «Hua Xiang 801», luego de haber sido detectado en maniobras de pesca ilegal a 199 millas náuticas del Golfo San Jorge.
Las riesgosas maniobras incluyeron tiros hacia la proa y la línea de flotación del pesquero y un intento de los orientales por embestir a la embarcación argentina. Desconociendo todas las advertencias efectuadas, finalmente el potero logró huir hacia aguas internacionales.
El operativo comenzó anoche, cuando la tripulación del guardacostas localizó al buque infractor a unos mil metros dentro de la Zona Económica Exclusiva. El barco estaba sin emitir su localización satelital mediante el equipo de AIS.
“Rápidamente, el ´Mantilla´ inició navegación hacia el pesquero y constató que tenía sus artes desplegados y las luces de faena encendidas, por lo que se activó el protocolo previsto para prevenir la pesca ilegal”, informaron desde la fuerza.
En primer término, el personal de Prefectura efectuó repetidas comunicaciones en español y en inglés y emitió señales sonoras, pero fueron desconocidas. Como respuesta, el «Hua Xiang 801» empezó a navegar hacia aguas internacionales con luces apagadas.
Esto activó la persecución. En la huida, el pesquero chino intentó colisionar al guardacostas, aunque sin éxito. Aún en ese marco hostil, desde Prefectura continuaron con las comunicaciones radiales, buscando que depongan su actitud.
Ante la falta de respuesta y siguiendo el protocolo de actuación, se realizaron disparos tanto hacia la proa como a su línea de flotación. Sin embargo, finalmente el pesquero logró escapar hacia aguas internacionales y el “Mantilla” volvió a las tareas de patrullado.
Ahora, se solicitará a la Justicia su captura internacional, como ocurrió en febrero de 2018 con el potero chino “Jing Yuan 626”, que también había sido detectado en maniobras de pesca ilegal.
“Como antecedente histórico, entonces se obligó a la empresa armadora a pagar a la Argentina el valor de los gastos generados en el operativo de persecución que había llevado a cabo la Prefectura y la multa de 7 millones de pesos impuesta por la Subsecretaría de Pesca, ambas sumas cobradas por el Estado Argentino”, indicaron desde Prefectura.