Todos los rincones de los océanos del mundo se verán afectados por el cambio climático en 2100, según concluye un estudio publicado este martes en la revista Plos Biology.
«Cuando nos fijamos en los océanos del mundo, hay pocos lugares que están libres de cambios y la mayoría va a sufrir los efectos simultáneos del calentamiento, la acidificación y la reducción de oxígeno y la productividad«, dijo el autor Camilo Mora, profesor asistente en el Departamento de Geografía de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Hawai, en Manoa, Estados Unidos.
El trabajo describe la cadena de acontecimientos biogeoquímicos oceánicos que se prevé que se disparen por las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por el hombre en los próximos 100 años.
Los análisis anteriores se han centrado principalmente en el calentamiento del océano y la acidificación, lo que podría subestimar considerablemente las consecuencias biológicas y sociales del cambio climático.
Los autores muestran que las ramificaciones humanas de estos cambios tienden a ser masivas y perjudiciales, de forma que las cadenas alimentarias, la pesca y el turismo podrían verse afectados.
Entre 470 y 870 millones de las personas más pobres del mundo dependen de los océanos para la alimentación, el empleo, los ingresos y viven en países donde los bienes y servicios oceánicos podrían ser comprometidos por múltiples cambios biogeoquímicos.
Los investigadores utilizaron modelos de proyección del cambio climático desarrollados para el V Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y descubrieron que la mayor parte de la superficie de los océanos del mundo estarán afectados simultáneamente por diferentes intensidades de calentamiento de los océanos, acidificación, agotamiento del oxígeno o deficiencias en la productividad.
Sólo una pequeña fracción de los océanos, sobre todo en las regiones polares, se enfrentará a los efectos opuestos de oxígeno o aumento de la productividad y en ninguna parte habrá de refrigeración o aumento del pH.
Posteriormente, los expertos reunieron los mapas de distribución global de 32 hábitats marinos y los focos de biodiversidad para evaluar su vulnerabilidad a los cambios biogeoquímicos. Como paso final, usaron los datos disponibles de la dependencia humana de los bienes y servicios y las medidas de adaptación social para estimar la vulnerabilidad de las poblaciones costeras a los cambios biogeoquímicos del mar.
La coautora Lisa Levin, profesora de la Institución Scripps de Oceanografía en la Universidad de California, en San Diego, Estados Unidos, subraya: «Debido a que muchos de los ecosistemas de aguas profundas son muy estables, incluso pequeños cambios en la temperatura, el oxígeno y el pH pueden disminuir la capacidad de recuperación de comunidades de aguas profundas. Esta es una preocupación cada vez mayor porque los seres humanos extraen cada vez más recursos y generan más perturbaciones en el océano profundo».
En este sentido, otro de los autores de la investigación, Andrew K. Sweetman, del Instituto Internacional de Investigación de Stavanger, en Noruega, alerta de que los impactos del cambio climático se dejarán sentir desde la superficie del océano al fondo del mar. «Es realmente aterrador considerar cuán vasto serán estos impactos», sentenció este experto, quien reclama a la población en general que no ignore esta «herencia».
Fuente: Europa Press