Rivera: “No hay voluntad para resolver los problemas de la pesca”

Pasaron dos semanas desde que el ministro de Economía, Axel Kicillof, recibió a un puñado de actores representativos de la industria pesquera local para analizar y buscar alternativas ante la crisis del sector.
El ministro se había comprometido a enviar en cuestión de días a un equipo técnico para revisar de cerca los números que alertan tanto a los armadores como a los industriales; sin embargo, dos semanas después nada se sabe de ellos.
“No hemos tenido ninguna novedad, ni un llamado, nada. Ahora, estamos redactando una nota para poner al intendente (Gustavo Pulti) al tanto de la situación”, confirmó el presidente de Caipa, Fernando Rivera, ante la consulta de Pescare.com.ar.
El dirigente fue más allá y señaló: “No hay voluntad para resolver los problemas de la pesca (…) Venimos pidiendo medidas hace varios años; aunque hoy la situación es cada vez más grave. Las empresas no pueden trabajar a quebranto durante mucho tiempo más”.
El eje de la problemática siguen siendo la inflación y el retraso cambiario. Según Rivera, la industria tiene una estructura de costos atada a un dólar de 16 pesos; mientras que recibe por la liquidación de exportaciones un dólar de 8.50.
“Estamos pagando anualmente 400 millones de pesos por derechos de exportaciones; si a eso se le suma la diferencia entre el dólar blue y el oficial, Mar del Plata pierde 4 mil millones por año. Es mucha plata”, señaló.
En este contexto, las empresas consensuaron reclamar por una baja de retenciones, una menor carga impositiva general, recorte sobre el precio del combustible y, además, protección para la industria conservera, acorralada por las importaciones.
Consultado sobre la posibilidad de impulsar algún tipo de movilización, como lo están haciendo sectores del campo, Rivera lo descartó: “No lo consideramos, queremos mantenernos dentro los mecanismos lógicos; pero tampoco sabemos hasta dónde resistirá la gente”.
Por caso, algunas empresas están teniendo dificultades para abonar sueldos; aunque lo más grave es la caída en el nivel de empleo. Lo sufre el personal de tierra y también el embarcado; sobre todo en la flota fresquera.
De acuerdo al cálculo de los gremios, el puerto local perdió 247 mil cajones de pescado fresco en relación al período previo a la crisis; es decir 2008-2010. La síntesis es visible en los muelles, con barcos amarrados hasta en octava andana.