Scholas Ocurrentes es una organización internacional de derecho pontificio. Fue creada por el Papa Francisco hace 10 años para promover desde los jóvenes la cultura del encuentro a partir de una educación que genere sentido.
Mar del Plata tiene la posibilidad de acercarse y colaborar con esos jóvenes que hoy en el mundo reúnen a medio millón de instituciones y redes educativas en 190 países a través de programas que construyen ciudadanía desde el deporte, el arte y la tecnología.
En esto de que no todo es empresa y comercio, a través del Puerto marplatense, tendrán una importante participación, como le contó Francisco Desteffaniz referente de la organización a PESCARE.
“Scholas Ocurrentes es un movimiento educativo que fue iniciado por Jorge Bergoglio cuando era Obispo de Buenos Aires en el 2001, en esos días de ‘que se vayan todos’ él decide trabajar con los jóvenes y a partir de reunir a aquellos de distintas realidades sociales, culturales y religiosas de la Ciudad de Buenos Aires”, cuenta el referente.
Con la idea de empezar a trabajar a partir del dolor de los jóvenes y generar soluciones a esos dolores como lo son el suicidio, el bullying, el acoso, la presión social, los mandatos familiares por lo que “ese programa que se llamaba Escuela de Vecinos fueron surgiendo proyectos, ideas para tratar de resolver esa problemática joven. Ya Papa en el 2013, Francisco entiende que esta crisis que tenían los jóvenes, una crisis de sentido, una educación que genera violencia y que no genera sentido, era algo que pasaba todo el mundo y no solamente en Argentina”.
Scholas Ocurrentes significa en latín Escuelas para el Encuentro. Y es ese el camino que están recorriendo en varias partes del mundo, sin distinción de ciudades: Miami, Panamá y ahora Mar del Plata entre tantas otras, pero precisamente en el Puerto de nuestra ciudad.
“El Programa que vamos a tener ahora es el cuarto y consiste en reunir a jóvenes secundarios, de una misma ciudad, de distintas realidades sociales, educativas, culturales y religiosas, en lo que el Papa llama a ‘un aula sin paredes’. Escucharlos, reunirlos, y a partir de esa escucha, empezar a generar que los jóvenes puedan originar estas soluciones a esas problemáticas que tienen. Esto se hace en todo el mundo”, describe con entusiasmo Desteffaniz, sabiendo que un sector tan pujante y atengo a la realidad como el puerto, pueda colaborar para el trabajo.
Mar del Plata ya tuvo su primera experiencia en el mes de abril, tal como ocurrió con Miami donde la problemática fue la portación de armas, o la falta de agua potable en las escuelas de Mozambique, solventados por algunas empresas multinacionales y con un alto costo para un emprendimiento que nace desde el corazón.
“Siempre necesitamos financiamiento para llevar adelante la experiencia. Buscamos aliados que puedan llegar a dar una mano con el financiamiento. Acá estamos trabajando con el Consorcio Portuario Regional Mar del Plata que nos abrió las puertas de distintas empresas para que puedan financiarlo. Estamos en ese proceso, cerca de concretar todo lo que necesitamos”, se entusiasma el referente de Scholas, algo que se nota en su tono de voz.
El próximo 25 de octubre dará comienzo, “son 40 escuelas de Mar del Plata -20 de gestión estatal y 20 de gestión privada-, 12 laicas, 8 católicas y una evangelista. La realidad es que las escuelas que se inscriben, valen de la mano con la proporción correcta de la realidad educativa y social de la ciudad, para que sea posible que la muestra de la problemática que los jóvenes tienen, se la muestra real y no sea solamente escuelas privadas o escuelas católicas, porque toda la pauta probablemente no sea la realidad social de la ciudad, y un poco eso hace también infinitivo el encuentro, jóvenes de distintas escuelas, de distintas religiones, distintas miradas”, describe uno de los organizadores.
El Programa comenzará el próximo 25 de octubre y se extenderá hasta el 3 de noviembre próximos, con diversas actividades y con un involucramiento pleno del sector portuario a través de distintas instituciones para que el “experimento” que reúne a jóvenes de distintos estratos sociales pueda llevarse a cabo.
“Será en la UTN de Mar del Plata, bien en el Puerto. Ahí van a ir trabajando la problemática, las causas de la problemática, lo que pasa en la comunidad. Luego empiezan a pensar el proyecto y el viernes 3 de noviembre a las 10, en la cancha de básquet del club AGP se va a hacer el cierre del programa en donde los jóvenes le cuentan a la sociedad civil, que es lo que está pasando, que les pasa, que les duele, y a partir de ese dolor, qué necesitan de la sociedad civil para resolver ese dolor”, destacó Desteffaniz.
“Desde el punto de vista productivo nosotros más que nada necesitamos el financiamiento del programa desde el sector portuario. El programa es costoso pero el impacto directo que tienen los beneficiarios, que son 400 estudiantes, 400 jóvenes, termina siendo muy barato. El programa tiene mucho impacto, no solamente en los jóvenes que van, sino en los jóvenes dentro de las 40 escuelas que participan. Necesitamos el financiamiento de esta experiencia, si no, no se puede hacer. En Mar de Plata no contamos con un equipo de educadores Scholas, por eso vienen chicos Scholas de todo el país para llevar la experiencia a los estudiantes. Ellos desayunan, almuerzan, por eso necesitamos materiales de arte, de pintura, de librería, y todo eso tiene un costo que hace la experiencia en sí misma”, confió Francisco Desteffaniz que con sus 30 años busca un mundo mejor para los jóvenes, esperando poder concretar más ayudas luego del apoyo recibido del Consorcio Portuario y reunirse con distintas Cámaras empresarias que escucharon atentamente la propuesta.
“Nuestra utopía, la de todos los que de algún modo formamos Scholas, es crear, con esta educación, una Cultura del Encuentro” (Papa Francisco).