El 17 de mayo de 2010, el día de la Armada Argentina, fue creado el Complejo Industrial Naval Argentino, siendo Nilda Garré Ministra de Defensa, se decidió unir los talleres de Tandanor y el astillero Almirante Storni, para que funcionara con una sola unidad dedicada a la reparación, construcción naval y conversión de embarcaciones.
La historia cuenta además que en el año 2007 Tandanor se había re estatizado por un Decreto Presidencial, declarándose la privatización, “nula de nulidad absoluta”, a pesar de haber cedido a sus empleados como reconocimiento al esfuerzo, un 10% del paquete accionario de la empresa.
El reconocido astillero, este año cumplirá 145 calendarios desde la idea y creación del Presidente de la Nación Nicolás Avellaneda, quien puso en funcionamiento los Talleres Navales de Marina, para el mantenimiento de los buques de la Armada Nacional.
Entre los varios despidos que ya se produjeron, la desarticulación de la gerencia de Control de Gestión fue uno de los lugares considerados clave para el normal desarrollo de la empresa mixta (como hemos señalado una parte es “propiedad” de los empleados).
Como ocurrió con la pesca, hay sectores que se consideran de vital importancia en el país, por eso no todos los diputados estarían de acuerdo con que se venda toda la estructura a quien mejor oferta haga, algo que incluye a Fabricaciones Militares y al propio astillero.
Los números que refleja La Política Online marcan que hoy la empresa tiene ingresos por 14.156.516.497 pesos, siendo producto de ventas 13.671.210.730, de los cuales 37.350.000 son aportes de la administración pública. El último ejercicio contable (año 2023) marcó que Tandanor tuvo un superávit de 1.278.372.94 de la moneda argentina.
En Mar del Plata por ejemplo, estamos acostumbrados ya, con las modificaciones que hicieron sus astilleros, que cada vez se puedan construir embarcaciones de mayor porte y por supuesto que se les hagan las reparaciones en lo referido a mantenimiento, pero las 34 hectáreas de espacio que posee el astillero “mixto” y su capacidad para mover buques de unas 15 toneladas a través de su Syncrolift, que permiten a la industria naval una alternativa, que incluso es utilizada por la Armada argentina y la Prefectura Naval de nuestro país, no es poca cosa.
Entre sus varias características que lo hacen distinto, es su capacidad de transferencia de 11.700 toneladas, 1.400 metros de muelle y cuatro gradas de trabajo.
Desde el sector opositor al gobierno, sindican a legisladores que la pretendida privatización está dirigida a empresarios afines a altas esferas del gobierno, mientras que desde la otra parte sostienen que los balances económicos han sido positivos desde el año 2020 hasta el 2023; y que no es necesaria su privatización.
Entre los varios antecedentes de la empresa, vale recordar que en el año 2020 la Justicia confirmó la devolución al Estado Nacional del predio de ocho hectáreas y media en la zona de Puerto Madero en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el cual estaba valuado en 800 millones de dólares, en lo que considera el decomiso más grande tratado por el Poder Judicial argentino.
En esa ocasión tres jueces decidieron declarar inadmisibles los recursos extraordinarios contra las condenas a tres años de prisión en suspenso a funcionarios por defraudación al Estado.
En definitiva, lo que la Justicia determinó fue que durante el gobierno de Carlos Saúl Menem, se realizó una venta fraudulenta del astillero.
Hoy comienza un nuevo capítulo de su derrotero, intentando su privatización, despojando su apetecibles tierras escasas y linderas de la gran metrópoli porteña; veremos, falta mucho, y hay que pasar Diputados, tampoco es poca cosa.
Historia de Astilleros
Una larga historia que tuvo su crecimiento y apogeo de la mano de la construcción de un pais distinto, pujante despues de la Segunda Guerra Mundial. A partir de allí todo se fue deteriorando y desmembrando. La desaparición de la flota de militar y la de cargas, dejó al descubierto una industria sobredimensionada, que vuelve a tener expectativas con la reparacion y renovacion de grandes pesqueros.
- Siglo XIX: Argentina comienza a desarrollar su industria naval para la defensa y el comercio. Se crean los Talleres Navales en el Riachuelo y luego se trasladan a Dársena Norte.
- Principios del siglo XX: Se construyen los Astilleros TANDANOR y Alte. Storni, y se comienza a fabricar submarinos en Argentina.
- Década de 1970: Se crea el complejo industrial CINAR, que incluye TANDANOR y Alte. Storni. Se construyen los submarinos ARA San Juan y ARA Santa Cruz.
- Década de 1990: Se privatizan muchos astilleros y se disuelve la flota estatal.
- Actualidad: Hoy, Tandanor es una empresa superavitaria que genera empleo de calidad. Se están realizando obras de infraestructura para afianzar la soberanía en el Atlántico Sur y la Antártida.
En conclusión, la industria naval argentina es estratégica para la defensa y el desarrollo del país. Un camino a seguir es la Ley Jones en Estados Unidos , un ejemplo de cómo proteger la industria naval nacional, fortalecerla y hacerla cada vez más útil a los servicios de distintas industrias; pesquera, carguera y militar. Es importante recordar que la industria naval es una fuente de empleo de calidad, genera desarrollo tecnológico, innovación y tecnología altamente competitiva.
La industria naval argentina tiene un gran potencial para desarrollarse, Tandanor tiene la capacidad de reconstruir, y renovar la flota pesquera congeladora integrada por grandes buques mayor a los 6 metros de calado. Pueden dar sustento a buques de apoyo antártico fortaleciendo la independencia soberana en el Atlántico Sur y la Antártida.